Resignación ante el caos
Surfear más allá de las doce de la mañana en verano es suscribirte al caos, asumir que no vas a pillar una ola buena.
Otro día el mar trajo olas malas, sin fuerza, tumbadas ya de por si, y reventadas por el viento. Aún así me metí. Al contrario de lo que hice después de las tres semanas de mar plato, allá en el mes de junio, en el que me dije que iba a esperar a ver olas de verdad, a una sesión donde se vieran llegar series por el horizonte, en la que fuera el cansancio del cuerpo el que te echara del agua, esta vez he cambiado de estrategia. Ahora la estrategia es meterme siempre que pueda, sin expectativas más allá de refrescarme y huir del calor. Eso sí, mientras esté solo o casi solo.
Para hoy tendremos un mar pequeño, pero mucho más ordenado que días precedentes. Sopla el viento de tierra y hará calor. Las olas ordenadas. Al agua.