El ojo de surfista
Aunque la enfermedad más conocida relacionada con la práctica del surf es el "oido de surfista" existe otra que puede ser tan grave como esta si no se detecta y trata a tiempo. Se trata del ojo de surfista.
La exposición continuada al sol y al agua de mar provoca una irritación en la superficie ocular, la cual se manifiesta como fotofobia, enrojecimiento ocular, picor o lagrimeo. En general, con el uso de lágrimas artificiales y de una buena prevención, mediante gafas de sol, los síntomas de irritación suelen ser menores o no aparecer. Pero aquellas personas que se exponen durante muchas horas al agua salada y el sol sin la protección adecuada, como por ejemplo agricultores, marineros, surfistas, etc. le pueden aparecer complicaciones a lo largo de los años, como enfermedades. Aquí es donde trataré la enfermedad denominada pterigion.
Las consecuencias de esta enfermedad pueden ser un abultamiento en el ojo, ardor en el ojo, sensación de tener un cuerpo extraño en el ojo, y lagrimeo. En los casos más graves el pterigion puede afectar a la visión, porque invade la córnea con el potencial de oscurecer el centro óptico, e inducir astigmatismo y cicatrización corneal. En último lugar, puede producir visión borrosa.
Cuando la lesión causa malestar persistente o interfiere con la visión, se solucionar mediante una operación quirúrgica que suele durar entre 20 y 45 minutos. Luego se deberá llevar una venda pegada al ojo durante uno o dos días.
De todas formas, la mejor forma de evitarlo es con la prevención. Usar gafas de sol que bloqueen el 99 o 100% de los rayos ultravioleta A (UVA) y ultravioleta B (UVB), incluso en días nublados, es la mejor forma de prevenir. Usar gorro y lágrimas artificiales para mantener los ojos húmedos, son otras formas de prevenir la aparición del ojo de surfista.
Laura Cardenas, una estudiante en su último curso de medicina, está buscando casos de esta enfermedad en España, algo al parecer no muy habitual o diagnosticado. Si habéis tenido esta enfermedad podéis comentarlo o escribirme a mi directamente y se lo renvío a ella.
La exposición continuada al sol y al agua de mar provoca una irritación en la superficie ocular, la cual se manifiesta como fotofobia, enrojecimiento ocular, picor o lagrimeo. En general, con el uso de lágrimas artificiales y de una buena prevención, mediante gafas de sol, los síntomas de irritación suelen ser menores o no aparecer. Pero aquellas personas que se exponen durante muchas horas al agua salada y el sol sin la protección adecuada, como por ejemplo agricultores, marineros, surfistas, etc. le pueden aparecer complicaciones a lo largo de los años, como enfermedades. Aquí es donde trataré la enfermedad denominada pterigion.
Las consecuencias de esta enfermedad pueden ser un abultamiento en el ojo, ardor en el ojo, sensación de tener un cuerpo extraño en el ojo, y lagrimeo. En los casos más graves el pterigion puede afectar a la visión, porque invade la córnea con el potencial de oscurecer el centro óptico, e inducir astigmatismo y cicatrización corneal. En último lugar, puede producir visión borrosa.
Cuando la lesión causa malestar persistente o interfiere con la visión, se solucionar mediante una operación quirúrgica que suele durar entre 20 y 45 minutos. Luego se deberá llevar una venda pegada al ojo durante uno o dos días.
De todas formas, la mejor forma de evitarlo es con la prevención. Usar gafas de sol que bloqueen el 99 o 100% de los rayos ultravioleta A (UVA) y ultravioleta B (UVB), incluso en días nublados, es la mejor forma de prevenir. Usar gorro y lágrimas artificiales para mantener los ojos húmedos, son otras formas de prevenir la aparición del ojo de surfista.
Laura Cardenas, una estudiante en su último curso de medicina, está buscando casos de esta enfermedad en España, algo al parecer no muy habitual o diagnosticado. Si habéis tenido esta enfermedad podéis comentarlo o escribirme a mi directamente y se lo renvío a ella.