A principios de los años 70, un grupo de siete criminales, encabezado por Amil Dinsio, un experto en alarmas de seguridad, fueron los autores de algunos de de los mayores robos de bancos de la historia, y utilizaban el foam de las tablas de surf en sus atracos.

Grecia no sería la primera opción para ir de surfari. De hecho, la falta de consistencia de las marejadas y la dificultad para predecirlas lo hacen muy complicado.

Un campeonato diferente organizado por Nixon en Hawai, mezcla de surfistas pros y amaters, que deben surfear con twinfins o asimétricas en mangas de cuatro hombres. Diferente.

El joven franco caribeño William Aliotti es la nueva incorporación de Nixon a su equipo de surf.

Italia no es conocida precisamente por sus olas pero eso no quiere decir que no haya. Gracias al Mistral Cerdeña puede ofrecer sesiones cortas e intensas como la que pudieron disfrutar los integrantes del equipo Nixon este pasado invierno, Gony Zubizarreta, Marlon Lipke, y Roberto D'Amico.

Ocho años después de su compra, Billabong ha vendido la empresa de skateboard/longboard Sector 9 a la compañía china Bravo Sports por 12 millones de dólares.

A sus 34 años, Jonathan González ha vuelto a ganar el Nixon Surf Challenge que esta vez se ha disputado en la localidad china de Hainan, una prueba con un formato peculiar, y reservado solo a los surfistas patrocinados por Nixon.

Las malas noticias no dejan de llegar a las grandes empresas de la industria del surf. La última es el anuncio de Billabong de unas pérdidas de 777 millones durante el ejercicio pasado, que finalizó el 30 de junio, frente a los 275 millones de dólares de pérdidas del año fiscal pasado. Es decir, han perdido un 300% más, el peor resultado en sus 40 años de historia.

Lejos de los campeonatos y de las olas, donde el mar no llega, Billabong se debate por no desaparecer. La crisis económica, y los errores en la dirección, han hecho que desde mayo del 2007 la marca australiana haya perdido el 90% de su valor de mercado.

Pese al precio de sus productos, o quizá por ello, Billabong entró el año pasado, y por primera vez desde el 2001, en pérdidas, 288 millones de euros de pérdidas. Curiosamente, en el 2011 habían tenido 98 millones de beneficios.