Surfistas de leyenda - Richie Collins, el tipo más guay de los 90
Este chaval de Newport Beach, California, descarado y radical, tanto dentro como fuera del agua, el surfista de los guantes, fue el ídolo de varias generaciones de surfistas.
Como otros grandes de su época, o era adorado o era odiado.
Collins provenía de una familia de surfistas. Su padre era shaper (Wave Tools Surfboards) y se crió viendole a el y otros cómo construían tablas de surf.
No extrañó a nadie que a los 11 años ya se hubiera hecho una para el. Pero no fue haciendo tablas de surf lo que le hizo saltar a la fama, si no surfeándolas.
El colegio no era una opción para el y a los 14 años lo dejo todo para volverse profesional del surfing. Eran los 80.
Richie era diferente. Hizo muchas cosas de manera diferente al resto que, junto con su forma de ser, definitivamente lo hicieron destacar un poco más que el profesional medio en ese momento. Y además tenía un apodo genial: Skeletor.
Richie era ruidoso y franco, lo que respaldaba con su apariencia dentro y fuera del agua.
A los medios de comunicación les encantó su enfoque radical del surf competitivo, y Richie fue uno de los líderes que impulsó el deporte a finales de los 80 y principios de los 90.
La innovación fue la clave de gran parte del éxito de Richie, tanto por su experiencia creando tablas, como en la competición.
Era un momento en el que el surf profesional se trataba de ordeñarlo hasta la última gota, Richie ofrecía aéreos, grandes floaters, y cut baks más que verticales en cada manga.
Los aéreos y los floaters pueden no parecer gran cosa ahora en el CT, pero en aquello días eran pocos los elegidos que podían hacerlo.
Pasó tres años entre los diez primeros en el CT, y luego derrotaría a Tom Curren en la final en el Op Pro de 1989 en Huntington Beach, así como a Martin Potter en el Bells Beach Classic de 1992, incluso después de tener que salir del agua diez minutos antes del final debido a un nervio pinzado en la espalda.
Aunque tan solo había tenido unos cuantos momentos estelares y mucha exposición a los medios durante su tiempo como un profesional, parecía que su tiempo como surfista profesional se estaba agotando.
En 1993 no obtuvo grandes resultados. A final de año su abuela murio, y su abuelo estaba muy enfermo con cáncer. No podía pensar en el tour y decidió no terminar el año en Hawai y pasar tiempo con su abuelo, que meses después también fallecería.
Cuando comenzó 1994 fue muy duro. Ya no estaba en el WCT, pero tenia el nuevo patrocinio de Town & Country. Con su apoyo consiguió volver a la máxima competición del surfing profesional
Al año siguiente no hizo una buena temporada y termino en el puesto 40 . Al año siguiente en el 1996, sus patrocinadores le habían dejado una vez más. ¿Por qué?
A Richie le persiguieron los conflictos, tanto dentro como fuera del agua, durante algunos años. Pese a que no soportaba la cerveza y el humo de los cigarrillos, y era, a su manera, profundamente religioso, el surfista de los guantes se metía en peleas continuamente.
En 1988, después de un baño en 54th Street, Newport Beach, cuando se disponía a quitarse el traje, un hombre le atacó por la espalda. Había tenido un altercado en el agua después de saltarle una ola seis semanas antes.
Collins aseguró que tenía intención de disculparse, pero tardó demasiado. No tuvo oportunidad, y cuando el atacante terminó, la cara de Collins estaba destrozada. Pasó 3 horas en el hospital, recibiendo 75 puntos en la cara, includido su labio.
Ahora, Collings vive una vida mucho más tranquila, no muy lejos de donde aprendió a surfear.
Surfistas de leyenda: Martin Potter
Potter es una mezcla de lo bueno y lo malo de los ingleses, australianos, y sudafricanos. Nacido en Inglaterra, con tan solo dos años su familia se trasladó a Durban, Sudáfrica. Una vez adulto, y ya siendo un reconocido surfista profesional fijó, su residencia en Australia. "Un sudafricano con pasaporte inglés," se definió en una entrevista a Surfing Magazine.
Pottz siempre ha reconocido la enorme influencia que tuvo Shaun Tomson, el único sudafricano campeón del mundo, tanto en su vida como en su surfing. Viajaron juntos durante los primeros años de competición de Potter, e hicieron una gran amistad, pero también una gran rivalidad en el agua.
Después de ganar un buen puñado de competiciones locales en Sudáfrica a principios de los 80, fue progresando en pruebas a nivel mundial, midiéndose a gente como Tom Curren o Tom Carrol. Menos estiloso que estos, lo suplía con mayor explosividad e imaginación.
Potter era el estereotipo de surfista de los 80. No sabía lo que era entrenar, y todo lo dejaba a la genialidad. Podía pasarse la noche de marcha, bebiendo hasta caer al suelo, y competir con solvencia a la mañana siguiente.
El verano del 85 Martin lo pasó en San Clemente, donde dos surfistas locales, Matt Archbold, y Christian Fletcher le observaban detenidamente cuando surfeaba. Fue el comienzo de la expansión de los aéreos en el mundo del surfing.
Ya en el 85, Potter se trasladó a Sidney, donde al igual que Curren y Carroll, se negaron a competir en Sudáfrica en protesta por el sistema de apartheid que estaba instaurado en el país.
El talento estaba ahí, pero los resultados no llegaban. Fue entonces, en 1989, cuando Potter decidió tomárselo en serio y empezar a entrenar. Los resultados no tardaron en llegar, consiguiendo cuatro victorias en las primeras cinco pruebas del circuito. Finalmente consiguió ganar dos pruebas más y proclamarse campeón del mundo a sus 24 años.
Pero la alegría no le duraría mucho. El año siguiente fue un desastre. Fundó una empresa que no tardaría en quebrar, mientras el gobierno australiano le exigía 300.000 dólares de impuestos, una fortuna para la época, rompió con su entrenador, y para colmo se dislocó un hombro. No ganó ninguna prueba aquel año, acabando en 15ª posición.
"Creo que le he dado demasiada importancia a ser campeón del mundo. Parece que ahora salgo solo a defender mis títulos. He dejado que la maldición del título mundial me afecte," dijo a Los Angeles Times ese año.
De todas formas, Potter consiguió recuperarse. En el 92, Potter ganó a una joven promesa llamada Kelly Slater en las finales del Miyazaki Pro en Japón, y en el 93 consiguió auparse hasta el quinto puesto de la clasificación general de la ASP.
Un año más tarde, Potter se retiraría de la competición.
Luego vendrían los años de entrenador, shapper, y comentarista para la ASP, pero el surfista ya era leyenda.
Y por último, una joyita. Derek Ho, Gary Elkerton, Brad Gerlach, Sunny Garcia, y el propio Martin Potter en el Pukas Rip Curl Zarautz de 1989.
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