La primera regla del Club de la lucha es: nadie habla sobre el Club de la lucha. La segunda regla del Club de la lucha es: NADIE habla sobre el Club de la lucha.

En un interesante artículo de New York Times, se analiza el cómo y el por qué cada vez quedan menos olas desconocidas en el planeta. 

Como uno de los cazadores de olas más productivos del mundo, Josh Mulcoy está acostumbrado a guardar sus descubrimientos para sí mismo, ya sea en una playa remota o detrás de su casa en la isla de Vancouver, Columbia Británica. Pero hoy en día, Mulcoy, un surfista y fotógrafo profesional, se preocupa más que nunca por la información que comparte y la que no.

“Si sé algo y quiero mantenerlo en secreto, prácticamente no se lo digo a nadie, excepto a uno o dos amigos, y tenemos un pacto en el que no se lo contamos a nadie más”, comenta al New York Times.

“La primera regla del Club de la lucha es: nadie habla sobre el Club de la lucha. La segunda regla del Club de la lucha es: NADIE habla sobre el Club de la lucha"

Publicitar ciertos lugares para surfear, y especialmente los que están fuera de los caminos trillados, es similar a violar la primera regla del Club de la lucha. Simplemente no hablas de ciertos lugares para surfear. Durante años, los surfistas, las revistas de surf y los fotógrafos de surf vivieron en su mayoría de acuerdo con esa ley no escrita para mantener en secreto los llamados "scret spots". No tomes fotos y, si es necesario, no la identifiques con nada más específico que la región, el país o incluso el continente.

Las consecuencias de violar esas reglas a veces podrían conjurar un club de lucha de la vida real: aquellos que hablaron o publicaron fotos de ciertas olas sufrieron amenazas, acoso, e incluso agresiones.

Docenas de olas en todo el mundo se han transformado después de que sus ubicaciones se compartiesen con el resto del mundo. Teahupoo, un famoso lugar de surf en Tahití, que albergará la competición de surf en los Juegos Olímpicos de 2024, fue una vez una ola secreta. Salina Cruz, México, ahora es un destino turístico y alberga un campamento de surf. Y las olas ya populares, como Rincon y Lower Trestles en California, se han vuelto increíblemente concurridas.

Pero entonces apareció Instagram. Su función de geoetiquetado puede señalar la ubicación exacta de una foto. Ha afectado muchos espacios naturales, desde parques nacionales que alguna vez fueron tranquilos como Joshua Tree hasta cascadas que antes estaban escondidas en todas partes, que ahora están invadidas por multitudes, coches, ruido y basura, lo que lleva a reglas, vallas e incluso cierres.

Sin embargo, la respuesta del surf al fenómeno siempre iba a ser un poco diferente. El deporte ha tratado tanto el conocimiento como las olas como cosas que se ganan, no se dan, de la misma manera que los pescadores valoran las ubicaciones de los mejores caladeros.

Exponer una ola bien cuidada llama la atención, lo que atrae multitudes. Una ola abarrotada significa menos olas para todos, y la reglade un surfista por ola tiende a romperse, lo que genera accidentes y enfrentamientos. Algunos surfistas se han protegido durante mucho tiempo contra esta situación haciendo cumplir sus propias reglas en sus lugares locales, decidiendo quién puede surfear y quién no, y dejando esas reglas muy claras para los recién llegados.

La pandemia de coronavirus en curso se ha sumado a la agitación provocada por las redes sociales a medida que más nuevos surfistas ingresan a los picos locales sin aprender la etiqueta local. La exploración y los ritos de iniciación necesarios para encontrar estos lugares, su secreto o acceso mantenido durante generaciones de surfistas en algunos casos, pueden desaparecer con una publicación de Instagram demasiado entusiasta. Y una publicación de Instagram geoetiquetada engendra otra y otra.

“Hay personas que sienten que han cuidado un jardín durante años, y luego llegas con una moto de cross y destrozándolo todo y echándoles tierra a la cara”, dijo Devon Howard, el exeditorde la revista Longboard.

Dropbox, un lugar divertido y antes tranquilo cerca de la casa de Mulcoy en Tofino, ahora está tan lleno que no se molesta en surfear allí. Si alguien comparte una foto de la ola surfeando un día, el pico está lleno de nuevos surfistas al día siguiente, dijo.

Algunos fotógrafos han cambiado sus carreras para respetar las pausas locales. Chris Burkard, un fotógrafo de exteriores con 3,8 millones de seguidores en Instagram, ganó fama por fotografías de lugares extremadamente remotos. No era su plan original: la costa central de California, de donde es, está llena de grandes olas, pero tiene mala voluntad para cualquiera que las fotografíe.

“Una de las razones por las que me atrajeron los lugares remotos y salvajes es que estaba tan harto de lidiar con las cosas en casa”, dijo Burkard, usando una palabrota, al mencionar que su coche fue destrozado y recibió amenazas de muerte.

Él y otros fotógrafos no ven ninguna razón para nombrar un lugar, incluso si está fotografiado.
“Para mí, el misterio y el anonimato de la experiencia del surf es fundamental”, continuó Burkard. 

“Cuando crecí viendo estas playas remotas en la portada de Surfer, y todo lo que te daban era el nombre de un país, eso era genial. Lo que me hizo querer hacer esto como una carrera fue literalmente esa falta de información”.

En la era digital, la vieja guardia del surf sigue ejerciendo discreción. Grant Ellis, el editor de fotos de The Surfer's Journal y ex editor de fotos de Surfer, tiene especial cuidado al publicar fotos de ciertas olas. No mostrar señales que la puedan identificar, tomar fotos de las olas fuera de temporada o simplemente esperar el tiempo suficiente para que se mueva un banco de arena, lo que permite a los lugareños disfrutar de la ola mientras es buena. Esas estrategias de publicación pueden ocultar las direcciones particulares del viento y el oleaje que hacen que la ola sea especialmente grandiosa, algo que solo las personas que han estudiado la ola durante años podrían entender.

Pero incluso si las olas quedan constantemente expuestas y superpobladas una por una, Mulcoy confía en que las olas de clase mundial aún permanecen ocultas en todo el mundo. Las únicas personas que los surfean, dijo, son aquellos que los mantienen en secreto.

“Hay tipos que conocen las olas que sorprenderían a la gente, pero se lo guardan para ellos”, explicó Mulcoy. “Y estoy tan feliz por ellos, ¡ni siquiera quiero saber dónde están!”

Leo en la web de la EHSF que la última prueba del Circuito El Diario Vasco de surf que debía celebrarse el sábado pasado fue cancelada, no por falta de olas, caían más de cuatro metros, si no por la negativa del club local, Mundaka Surf Taldea, que impidió la celebración de la prueba.

Y eso que la prueba se había amoldado a las exigencias de Mundaka Surf Taldea. Mientras el resto de las pruebas del Diario Vasco se celebran durante todo un fin de semana esta solo dura un día. Además, de los 64 surfistas que iban a competir más de una docena eran del club local.

¿Entonces cuál ha sido el problema? Pues no lo se. Sopelana, La Zurriola, Orrua, han sido los escenarios del circuito durante el 2009, donde han participado surfistas del MTS y no se ha impedido a nadie participar. ¿Por qué entonces Mundaka? ¿Por qué es tan especial?

Parece que el MTS tiene la exclusividad de esta ola y puede decidir quién entra y sale de ella, cuándo y cómo. Curiosamente ninguno de los integrantes del club nos impidió manifestarnos cuando la ola desapareció por el dragado de la ría o cuando hace años ya, el Billabong Pro Mundaka estaba a punto de desaparecer.

Que conste que a mi la prueba del Diario Vasco me da igual pero no este tipo de actitudes de localismo barato al estilo Bra Boys que lo único que hace es provocar más tensiones en el agua y empeorar la fama de todo el colectivo de surfistas. Por no hablar de la reputación de este club con más de 100 miembros.

El Ayuntamiento ha organizado esta semana una reunión entre el club, la Federación y el gobierno municipal, a fin de solucionar esta situación.

Me queda la duda de si alguien se bañó ese día en Mundaka.





LA ÚLTIMA PRUEBA DEL CIRCUITO EL DIARIO VASCO DE SURF CONVOCADO PARA HOY EN MUNDAKA HA SIDO CANCELADO ANTE LA NEGATIVA IMPERATIVA DEL CLUB LOCAL, MUNDAKA SURF TALDEA (MST)

Los partes anunciaban gran oleaje para la jornada de hoy; condiciones idóneas para celebrar la última prueba del Circuito El Diario Vasco de Surf 2009.

A pesar de contar con todos los permisos pertinentes, como el de capitanía y el ayuntamiento de Mundaka, la directiva del club local ha hecho lo imposible por impedir la celebración de la prueba.

Ante las tensiones originadas a primera hora de la mañana, por parte de media docena de miembros del club y su obstaculización al órgano organizativo de la prueba, convocada desde hace una semana, y a fin de impedir que la situación fuera a más, la federación, una vez más, y tras el consenso con el equipo de trabajo y los 64 surfistas reunidos hoy aquí, ha decidido, por el bien común, tomar la difícil decisión de cancelar de momento la prueba y ceder de nuevo a una negativa más que carece de formas y contenido.

A ojos de los 30 clubes de surf que componen EHSF, las razones del MST carecen de fundamento. De hecho, más de una docena de miembros del club local, tenía previsto competir en la prueba, por lo que la imposición por parte de la negativa queda de nuevo.

EHSF, que ha intentado por todos los medios llegar a un acuerdo con el club, en pro del surf vasco y de los mas de 300 competidores que representa, no comparte una decisión que tacha de imposición no fundamentada. EHSF mantiene que ésta es una negativa y un boicot a todo el colectivo de surfistas de Euskadi y al desarrollo de este deporte. Creemos además perjudica seriamente al propio colectivo de surfistas locales y al municipio de Mundaka. En la reunión abierta esta mañana en el atalaya, los surfistas vascos no entendían porqué no pueden disfrutar de una de nuestras olas mas preciadas. Porqué se disputan en pro de surf vasco, pruebas en todas las playas de Euskadi, y Mundaka debe ser excepción.

El Ayuntamiento, preocupado por la situación, organizará esta semana una reunión entre club, federación y ayuntamiento, a fin de solucionar una situación, que por desgracia se viene alargando en el tiempo de forma irracional.

EHSF seguirá apostando por el diálogo a fin de llegar a algún tipo de acuerdo.
Es una lástima la situación que se ha originado y esperemos se solucione pronto, en pro de nuestro deporte y el colectivo de surfistas vascos.

Por último, como una consecuencia más, el título de campeón del circuito vasco de surf 2009 está de momento en el aire. La dirección técnica de EHSF decidirá esta semana si finalizar así el circuito o intentar una cuarta y última prueba.

Agradecer a la docena de medios de comunicación su asistencia hoy al anunciado campeonato y nuestras disculpas por las molestias ocasionadas.


Más información:

- Mundakako Surf Taldea boicotea el circuito vasco [El Diario Vasco] [07/02/10]

En el post anterior había colocado una foto de una señal de tráfico que decía "Solo vecinos" con el engañoso título de "Locals Only".
Desde Surf and Turf se sorprendían del, comentaba que tenía que estar fuera de contexto y así es.
Realmente es el acceso a una urbanización en Sopelana y lo único que se prohibe es el paso de vehículos pero no os sorprendáis si en un futuro no muy lejano se prohibe el acceso a las olas a la gente de fuera. La masificación de los picos en esta playa son impresionantes. Hay días que puede haber 60 personas en el mismo pico luchando por las olas. ¿Y si alguna institución decide que para evitar peleas o accidentes el acceso a las olas debe estar regulado, que no todo el que tenga un corcho o una tabla puede entrar en cualquier playa?
Pongamos que en un futuro para poder meterse en el agua tienes que tener un carné de surfista-corchero y que para obtenerlo tienes que pasar una serie de pruebas teórico-prácticas o que para acceder a determinado spot tienes que solicitarlo antes y ese mismo organismo mira cuantas reservas tiene ese pico a esa hora y dependiendo del número de gente acepta o deniega tu petición. Y ya puestos a imaginar imaginemos que habría surfpolicias en las playas para controlar que las normas se cumplen multando a los que no las respeten .
¿Será esto realidad algún día o simplemente se me va la olla?