En este nuevo capítulo de la serie de Deeply, Imperfect Waves, Tomás Valente viaja hasta Roma para encontrarse con Mariana Assis y Roberto D'Amico.

La localidad italiana de Ventimiglia, muy cerca de Mónaco, creará una ola artificial en el mar con la construcción de un arrecife artificial.

Cokes es sin duda una de las olas más potentes e intensa del norte Maldivas, una ola que se dobla en tamaño una vez empieza a romper, y que hizo las delicias del italiano Roberto D’Amico en su último viaje al país.

La ola de Cokes, o Colas, se llama así por la fábrica de Coca Cola que hay en la isla dónde rompe. Es la joya de las derechas en el atolón norte de Malé.

Las saltadas son parte del surfing. Si no has saltado una ola o no te la han saltado es que no has surfeado nunca. Aquí va un pequeño resumen en tono humorístico (y así hay que tomárselo) de las excusas más habituales que uno puede oír/usar en el pico.

No te he visto/oído. Es la más habitual y no admites culpa alguna. Ha sido una accidente inevitable. Ahí puede echar la culpa a la refracción del sol sobre el mar en ese preciso momento del día, a la curvatura del horizonte, a tu lesión de cuello, que te impide girarlo en ese sentido, a que llevas tapones para los oídos, o incluso a tu incipiente miopía, que no te ha dejado ver a nadie en esta ola, ni te dejará en sucesivas.

Hay que diferenciar dos versiones de esta excusa, la de haber mirado y no haber visto, y la más torera, en la que directamente no miras, ya sea por el ansia viva que se apodera de ti cada vez que entras al agua o porque si miras ya no puedes disculpar tu actuación.

Normalmente se suele acabar la conversación con un "la próxima para ti" que no suele consolar demasiado al saltado.

Pensabas que ibas a la izquierda/derecha. Sigue sin ser culpa tuya aunque, evidentemente, no tengas la preferencia. La culpa es de la falta de comunicación que impera en esta sociedad. Pese a que no eres un egocéntrico ni lo quieres ser, la gente sigue sin dirigirse a ti para decirte a qué lado de la ola van cada vez que reman una ola y así aclarar la situación, y eres demasiado tímido para preguntar.

Normalmente se suele acabar la conversación con un "la próxima para ti" que no suele consolar demasiado al saltado.


Creía que no llegabas. Muy usada. Con esta excusa admites abiertamente que sí que le habías visto pero que no confiabas en que sus aptitudes como surfista, una especie de "este paquete no pasa esta sección ni con la firewire de Slater".

Existe la subversión de esta, aunque no se trata de una saltada propiamente dicha, que consiste en remarle la ola lo suficientemente fuerte como para romper el labio y que no pueda pasar esa sección, lo que confirma así que tenías razón, que él era un paquete y tu tenías que haber ido.

Normalmente si acabas la conversación con un "la próxima para ti" tienes que salir corriendo del agua.

Es que llevo mucho tiempo esperando. Muy usada por locales faltos de nociones matemáticas. Si me he pillado una buena hace dos minutos pero en el pico hay cuatro que no conozco y dos son alemanes con la cara más blanca que el culo de una monja, es que me toca a mí.

No importa que haya remado cinco seguidas y no me haya llevado porque uso una tabla con mucho menos volumen del que necesito para parecer mejor surfista cuando salgo del agua.

Normalmente la conversación no suele durar demasiado, a no ser que saltador y saltado tengan el mismo "rango" en el pico, y entonces se pongan a discutir durante las dos horas del baño, amargando no solo a ellos el baño si no también a todos los demás.


Ola compartida vale por dos. Admites que le has visto, que sabías a dónde iba, que llegaba, y que no te tocaba, pero apelas a su generosidad. Esta solo la puedes usar con tus amigos o de lo contrario te arriesgas a recibir un buen sopapo.

El Francheska. Aportación de un amigo. Nombre que viene de una italiana con la que estuvo en Barcelona y que hacía todas las picias del mundo conduciendo. Antes de que nadie le pitara levantaba la mano como pidiendo disculpas y ... no pitaba nadie.

Desde entonces lo usa tanto conduciendo como en el agua. Ya sabes, si te saltan una ola y a lo lejos te levantan la mano, te están haciendo una Francheska.

Foto arriba: WSL

El surfista italiano era duda para participar en el Billabong Pro Pipeline después de lesionarse el mes pasado su tobillo derecho, pero después de ver cómo le mete en este vídeo, está claro que está al 100%.

El surfista italiano pudo disfrutar no hace mucho de un viaje lleno de olas en uno de los paraisos de Centroamérica.

La competición ha arrancado esta mañana con la celebración de las primeras mangas de la categoría masculina en las que el marroquí Aboubakar Bouaouda ha conseguido la mejor ola con 7,67 puntos.

Desde primera hora de la mañana comenzó la competición con las primeras rondas de la categoría masculina del evento del Qualifying Series de la World Surf League (WSL), el ABANCA PANTÍN CLASSIC GALICIA PRO 2021.

Más de 100 surfistas internacionales se han inscrito para competir en este histórico evento en su 34 edición, y en estas primeras rondas ha quedado demostrado el alto nivel competitivo de los competidores.



El surfista marroquí Aboubakar Bouaouda ha sido el protagonista de la mañana obteniendo la mejor ola, con 7,67 puntos sobre 10, y la más alta puntuación total, con 14 puntos.

También han destacado el surfista italiano Edoardo Papa, los portugueses Joaquim Chavez y Diogo Martins; el brasileño Raul Bormann; el británico Arran Strong; y los españoles Gonzalo Gutiérrez y Cristian Portelli.

Hasta el momento se han completado las dos primeras rondas de la categoría masculina, y la competición continúa con la disputa de la tercera ronda mientras las condiciones del mar continúan muy favorables. A las 17:00h, comenzará la competición para la categoría femenina.

Después de mucho tiempo sin viajar Roberto D’Amico voló no hace mucho rumbo a Costa Rica.

Desde las bulliciosas calles de San José, el italiano cruzará Costa Rica para dirigirse a Santa Teresa, un pueblo otra hora solitario y con buenas olas.

Varazze se encuentra en la Riviera di Ponente, en la provincia de Savona, cerca de Génova, en la zona en la que Italia no llega a ser península.

Eso es lo que afirma Roberto D'Amico, que estuvo en la zona de Liguria cazando el mayor y mejor swell de los últimos años.

Todo pro que se precie necesita un quiver especialmente diseñado para las olas hawaianas, y Leo Fioravanti no va a ser menos.

Leo Fioravanti continua su estancia en Italia. Después de visitar Roma, y de hacer unas compras en Gucci (patrocinador del italiano) volverá junto con Roberto D'amico al Point Break donde empezó a surfear. Por cierto, el surfing comienza en el minuto 3.

Residente en Hossegor, Leonardo Fioravanti no suele dejarse ver mucho por su patria, pero el poder pegarse un baño donde él y su amigo Roberto D'amico comenzaron a surfear fue excusa suficiente para volver a casa.

Leo Fioravanti parece haber aprovechado el tiempo de inactividad debido al COVID-19 para desarrollar proyectos paralelos a las competiciones de surf. Este jueves, el surfista italiano anunció, de la mano de Gucci, un juego de surf en el que es protagonista. De lo peor que hemos visto.

El surfista italiano nos implora que sigamos los requerimientos de las autoridades y que nos quedemos en casa. Y para que nos aburramos nos ha dejado algunas imágenes de sus mejores baños de este invierno, todos ellos grabados antes del 8 de marzo.

El pasado invierno, después de recuperarse de una lesión, Roberto D'Amico junto con Joe Radano estuvieron dando vueltas por el Mediterráteo italiano, desde un nevado Cerdeña, pasando por la costa romana, para finalizar en la costa norte de Levanto, en la región de Liguiria.

Adrien nació bajo los bombardeos en un sótano de un hospital al norte de Beirut durante la guerra civil que una vez devastó el pacífico y próspero Líbano.

Dice Leonardo Fioravanti que el año pasado consiguió el equilibrio perfecto entre disfrutar del surfing libre y la ambición de ganar en el surfing profesional.

Así es el mar, siempre lleno de contrastes. Después de una de las peores tormentas en años que llenó las costas italianas de caos y destrucción, llegó el buen tiempo y las mejores olas que se han visto en mucho tiempo.