Hugo Ortega: Un catalán en Teahupoo
Con apenas 19 años, el surfista barcelonés Hugo Ortega ya ha visitado numerosos spots de todo el mundo, entre ellos, la mítica Teahupoo.
No obstante, sigue pegado a la playa de Castelldefels, cerca del club marítimo barcelonés, donde pilló sus primeras olas con tan solo 3 años. La mejor época para disfrutar de las olas de esta costa mediterránea es entre noviembre y marzo: “Realmente puedes disfrutar de dos sesiones a la semana, hay mucha gente en el agua y por tanto no está mal de tensión. Tengo suerte porque mi padre es uno de la primera generación de surfistas catalanes y muy rápidamente me hizo pensar en viajar para encontrar olas solitarias”, explica Hugo.
Si sus primeras olas las había pillado a una edad muy temprana, el aspirante a surfista perdió todo interés por este deporte hasta los 11 años. “Solo surfeé un poco, sobre todo en verano cuando nos íbamos de vacaciones y había un poco de oleaje. Me había interesado en otros deportes. Practiqué BMX, baloncesto, skate y snowboard. Yo también era un loco del tenis entre mis 8 y mis 11 años, lo que me permitió conseguir una beca a través de la Academia Sánchez Casal y no sé cómo explicarlo, dejé las raquetas, el snow, y las pistas de tierra batida para volver al surf e intentarlo más en serio”, continúa Hugo, uno de los puntas de lanza de la marca RVCA.
Ante tanta determinación y dado el fuerte carácter de su descendencia, su padre decidió trasladar a la familia a Cantabria.
La experiencia de otra vida en una nueva costa valió la pena, ya que el joven surfista progresó tanto que pronto se vio inundado de patrocinadores y proyectos. Este año terminará con una vuelta a la costa levantina española que servirá más como campo base, punto de partida de múltiples viajes internacionales.
Si Hugo trata de meterse en el agua lo más a menudo posible cerca de Barcelona, no hace ningún entrenamiento especial en épocas de escasez: "Si no hay olas, hago fitness, un poco de skate o wakeboard y sobre todo estoy pensando en proyectos, estoy preparando viajes, estoy buscando destinos en los que voy a poder atiborrarme a olas”, dice entre risas.
En uno de sus primeros viajes, a Nicaragua, para conocer los spots de Playa de Colorado, Popoyo, Santana o la izquierda de El Yanqui, se percató de que se organizaba un campeonato local. El freesurfer decide participar y se encuentra en el podio. Hugo habla de sus motivaciones: “Lo bueno de RVCA, que es mi medio principal, es que no me exigen nada más que surfear y hacer fotos. Viajo con mayor frecuencia con mi cineasta y, sinceramente, solo he estado en dos campeonatos en mi vida, uno en Valencia en la costa mediterránea y el otro en Nicaragua. Sigo siendo libre de surfear como deseo. Estoy naturalmente activo en mis redes sociales para promover mi imagen y la de mis medios”. El surfista es conocido por su destreza aérea, lo que actualmente le está causando algunos problemas en las rodillas porque vuela bastante alto, sin embargo, es un fanático de los tubos. “Hay una serie de desafíos que me he propuesto en términos del aire. Tengo toda la intención de hacer nuevos trucos de surf skate, rodeos, melodías de empujón. Desde que mi padre me hizo descubrir la gran época, la de la revolución del surf aéreo, tengo esta obsesión por este género. Dicho esto, mi movimiento favorito es lanzarme en olas rápidas como Teahupo'o. No busco condiciones gigantes, sino sesiones huecas que requieren el pull-in en el tubo”.