Surfistas de leyenda: Martin Potter
Potter es una mezcla de lo bueno y lo malo de los ingleses, australianos, y sudafricanos. Nacido en Inglaterra, con tan solo dos años su familia se trasladó a Durban, Sudáfrica. Una vez adulto, y ya siendo un reconocido surfista profesional fijó, su residencia en Australia. "Un sudafricano con pasaporte inglés," se definió en una entrevista a Surfing Magazine.
Pottz siempre ha reconocido la enorme influencia que tuvo Shaun Tomson, el único sudafricano campeón del mundo, tanto en su vida como en su surfing. Viajaron juntos durante los primeros años de competición de Potter, e hicieron una gran amistad, pero también una gran rivalidad en el agua.
Después de ganar un buen puñado de competiciones locales en Sudáfrica a principios de los 80, fue progresando en pruebas a nivel mundial, midiéndose a gente como Tom Curren o Tom Carrol. Menos estiloso que estos, lo suplía con mayor explosividad e imaginación.
Potter era el estereotipo de surfista de los 80. No sabía lo que era entrenar, y todo lo dejaba a la genialidad. Podía pasarse la noche de marcha, bebiendo hasta caer al suelo, y competir con solvencia a la mañana siguiente.
El verano del 85 Martin lo pasó en San Clemente, donde dos surfistas locales, Matt Archbold, y Christian Fletcher le observaban detenidamente cuando surfeaba. Fue el comienzo de la expansión de los aéreos en el mundo del surfing.
Ya en el 85, Potter se trasladó a Sidney, donde al igual que Curren y Carroll, se negaron a competir en Sudáfrica en protesta por el sistema de apartheid que estaba instaurado en el país.
El talento estaba ahí, pero los resultados no llegaban. Fue entonces, en 1989, cuando Potter decidió tomárselo en serio y empezar a entrenar. Los resultados no tardaron en llegar, consiguiendo cuatro victorias en las primeras cinco pruebas del circuito. Finalmente consiguió ganar dos pruebas más y proclamarse campeón del mundo a sus 24 años.
Pero la alegría no le duraría mucho. El año siguiente fue un desastre. Fundó una empresa que no tardaría en quebrar, mientras el gobierno australiano le exigía 300.000 dólares de impuestos, una fortuna para la época, rompió con su entrenador, y para colmo se dislocó un hombro. No ganó ninguna prueba aquel año, acabando en 15ª posición.
"Creo que le he dado demasiada importancia a ser campeón del mundo. Parece que ahora salgo solo a defender mis títulos. He dejado que la maldición del título mundial me afecte," dijo a Los Angeles Times ese año.
De todas formas, Potter consiguió recuperarse. En el 92, Potter ganó a una joven promesa llamada Kelly Slater en las finales del Miyazaki Pro en Japón, y en el 93 consiguió auparse hasta el quinto puesto de la clasificación general de la ASP.
Un año más tarde, Potter se retiraría de la competición.
Luego vendrían los años de entrenador, shapper, y comentarista para la ASP, pero el surfista ya era leyenda.
Y por último, una joyita. Derek Ho, Gary Elkerton, Brad Gerlach, Sunny Garcia, y el propio Martin Potter en el Pukas Rip Curl Zarautz de 1989.
Fotos: Facebook