Casi todo el mundo estaba demasiado impaciente después de dos semanas de mal tiempo por lo que remaban a todo lo que se movía. Jorge no. Él llevaba estudiando el mar media hora en tierra y otra media en el agua. Esperó la tercera ola de la serie, la más bonita, la más fuerte, remó apenas dos brazadas y se puso de pie. Tomó velocidad con la tabla y mordió un par de veces la ola con sus quillas. De repente, algo inesperado se cruzó en su camino. Un chaval de no más de quince años salió de la nada. El pobre estaba intentando ponerse de pie pero no lo conseguía.

Imaginemos que estás en el agua una bonita mañana de primavera, el mar totalmente glassy, viene la serie, dos brazadas y ya está. Subes y bajas la ola, ves la posibilidad de un pequeño tubo, pisas atrás, reduces velocidad y el labio engulle tu cabeza, sales, miras a tu izquierda y.... ves a un luchador de sumo de dos metros saltandote la ola!!!!!!

¿Cuál sería tu reacción?
a. Pegar el mítico grito de: vooooooyyyyyy!!!!!
b. Saltar hacia el luchador y meterle un cabezazo.
c. Esquivarle y mientras remontas tratar de saber si lo que has visto es fruto de la realidad o de un sueño.
d. Cagarte en la madre del graciosillo que ha puesto al luchador ahí.
e. Todas las anteriores.