Nathan Florence vuelve a una de las olas más peligrosas de Europa
La norma de Nathan Florence es sencilla: cuanto más complicada sea la ola, cuanto más peligrosa, más merece la pena surfearla.
Hubo un tiempo en que ciertas olas tubulares, de fondos poco profundos y salpicadas de roca, eran frecuentadas solo por bodyboarders.