El actual campeón del mundo, enclaustrarse en su casa en Rio Grande do Norte, donde no ha podido surfear demasiado, vio la llegada de un gran swell en Rio y no se lo pensó dos veces. Se dirigió para allí en busca de emociones fuertes.
Slater reconocía que nos sabía que esperar de su estancia en Brasil, y que realmente le sorprendió la calidad de las ola y de su gente. Barrinha le robó el corazón.