Red Bull JAWS 2013
El vídeo en si es un pequeño compendio de accidentes de la gente que se atreve a meterse en Peahi.
La cuenta atrás ya ha comenzado. Dentro de seis meses comenzará una nueva era en el pico, cada surfista dispondrá de un crédito de puntos que deberá mantener si no quiere arriesgarse a perder la posibilidad de surfear. Así lo ha asegurado el consejero del Interior, Rodolfo Ares, quien confía que, con esta medida, se reducirán en un 60 por ciento la siniestralidad en menos de un año.
Idiotez: En término de medicina la idiotez, idiotismo o idiocia, es una enfermedad mental caracterizada por una deficiencia casi total de facultades psíquicas de las personas, cuya detección es muy temprana, los individuos poseen una edad mental inferior a los tres años y su cociente intelectual de 0 a 24 (adulto con 2 años mentales).
El verano ya ha llegado hace algún tiempo. Olas son más pequeñas, la temperatura del agua es más alta, el tiempo acompaña. Todo esto hace que los puntos en los que se puede hacer surf se vean saturados y con ello vengan los accidentes.
Guillaume Barucq, traumatólogo de urgencias en Bayona, reconocido surfista frances y autor de "Surfers' Survival Guide" ha realizado un estudio sobre los accidentes padecidos por los surfistas en la costa vasco-francesa en el verano del 2006 y sus conclusiones son escalofriantes.
En cualquier playa hay alguno, es ley de vida. En cuanto un buitre ve un punto débil, un surfista cansado o dubitativo ahí está, rema contigo la ola y te la salta.Un caso parecido ocurrió el pasado sábado a la mañana. Buen día para darse un baño, metro y medio ordenado, poco viento aunque mucha, muchísima gente. Llevábamos ya una hora en el agua y habíamos cogido unas cuantas olas bastante buenas, mejor las izquierdas que las derechas. Vimos que venía la serie y mi colega remó hacia la primera de las olas. Era suya, una espuma rompiendo hacia la derecha la hacía todavía más fácil. Pero se dio cuenta que tenía a uno de los buitres acechando pegadito a él, a menos de medio metro. Le reconoció como un buitre habitual de Sopelana, uno de esos que se cree más que mucha gente, con derecho a no respetar las reglas. Con un sonoro "Vooyyy!" le avisó que era suya, que no se atreviese a saltársela pero nada, el buitre llevaba poco en el agua y tenía mucha hambre. Mi amigo le volvió a avisar con otro "voy" mientras estaba de pie pero el otro no quiso escuchar y la cogió con él....
Lo normal en estos casos es que el que tiene preferencia haga un recto para no darse con el buitre, que se queda con la ola mientras que el legítimo "propietario" se traga la espuma. Pero esta vez no, mi amigo siguió como si no estuviese el ave de rapiña, bajando la ola paralela esperando que el otro le dejase en paz. Se produjo lo inevitable chocando una tabla contra otra, cayeron y la ola les engulló. Cuando salieron a la superficie comenzó lo subrealista. El "buitre" le empezó a insultar a mi amigo: "Me caogentuputamadre!!!!, cabrón.....", mi amigo alucinado no entendía que pasaba "pero si me has saltado la ola!!!". El otro se intentaba justificar "mecagoenlaputa!!! me iba a salir!!!!" mientras mi amigo le decía "listo, que eres un listo!!!". Empezaron a inspeccionar sus tablas para ver los daños en sus tablas. Mi amigo pasó la mano por toda la tabla y no encontró desperfecto alguno. El buitre encontró una raja en el canto de su tabla, cerca de la punta y volvió a ensuciar el agua con sus insultos: "hijoputa!! mira lo que me has hecho!!!!". Mi colega, bastante nervioso también, le dijo "esto te pasa por saltar olas!!!!". "yo te salto las olas que me da la puta gana, cabrón" dijo el otro mientras remaba hacia la arena, "te espero en la orilla, hijoputa!!!!".
Mi amigo volvió hacia el pico y ahí estuvimos un rato mientras se tranquilizaba. Se le había acabado el baño, solo cogió una ola para salir media hora después.
En mi opinión es inaceptable que haya gente así en el agua, solo con su presencia ya te amargan el baño, la relajación pasa a nerviosismo y la paz se convierte en tensión. Mi amigo, que es de los prudentes, de los que si ve a alguien remando la ola no la rema, de los que te cede la ola si llevas un rato sin pillar, de los que felicita a desconocidos si ve que han cogido una buena ola, de los que hace surf para quitarse la tensión y pasar un buén rato en el agua no se lo merece. No se lo merece.
En el post anterior había colocado una foto de una señal de tráfico que decía "Solo vecinos" con el engañoso título de "Locals Only".
Desde Surf and Turf se sorprendían del, comentaba que tenía que estar fuera de contexto y así es.
Realmente es el acceso a una urbanización en Sopelana y lo único que se prohibe es el paso de vehículos pero no os sorprendáis si en un futuro no muy lejano se prohibe el acceso a las olas a la gente de fuera. La masificación de los picos en esta playa son impresionantes. Hay días que puede haber 60 personas en el mismo pico luchando por las olas. ¿Y si alguna institución decide que para evitar peleas o accidentes el acceso a las olas debe estar regulado, que no todo el que tenga un corcho o una tabla puede entrar en cualquier playa?
Pongamos que en un futuro para poder meterse en el agua tienes que tener un carné de surfista-corchero y que para obtenerlo tienes que pasar una serie de pruebas teórico-prácticas o que para acceder a determinado spot tienes que solicitarlo antes y ese mismo organismo mira cuantas reservas tiene ese pico a esa hora y dependiendo del número de gente acepta o deniega tu petición. Y ya puestos a imaginar imaginemos que habría surfpolicias en las playas para controlar que las normas se cumplen multando a los que no las respeten .
¿Será esto realidad algún día o simplemente se me va la olla?
¿Cansado de que llegue el anochecer, que pare el viento, ver que hay un buen maretón y no poder hacer surf? Pues esto se acabó con la nueva tabla de Drew Brophy que te permitirá seguir la ola sea la hora que sea. Dispone de un foco en la proa para que puedas conseguir salir del tubo sin dificultades y una luz de freno en la popa para evitar los dichosos accidentes en el agua.
El otro día se publicó en El diario Montañes una noticia acerca de un accidente que se produjo en El Sardinero, en Santander. El autor de este artículo informaba que una señora fue arrastrada por una ola y que también pudo haber recibido el impacto de un surfista al que una ola le había hecho volar por los aires.
No he podido evitar cerrar unos instantes los ojos e imaginarme la situación: Una señora paseando plácidamente por el espigón cuando, como por arte de magia, un surfista volador, con su tabla y todo, le cae encima.
Evidentemente la Federación Cántabra de Surf se dirigió al periódico para aclarar el asunto publicando una carta al director. Al parecer, el surfista volador era Luis Pérez, conocido bodyboarder que, a punto de meterse en el agua, fue arrastrado por la misma ola que tiró a la señora y la ayudó.
Deberían los medios contrastar mejor las noticias antes de publicarlas.