Un mal baño que sentó bien

Todavía con algo de tamaño, y también con un molesto viento del nordeste, el baño de ayer puede considerarse como un fracaso si realizamos un cómputo de olas remadas, olas surfeadas, y caídas varias.

Entré casi sin mirar, con ganas de entrar hubiera lo que hubiera. Han sido tantos los baños que me he perdido últimamente que el ansia viva volvió a ganar.

 

Hacía calor pese al viento del este, y aun así todavía me resisto a quitarme el traje de invierno, e incluso los chapines. Ayer ya empecé a notar alguna corriente algo más cálida, señal de que nos acercamos lentamente al verano.

 

Básicamente, el baño consistió en hacer un par de largos a toda la playa, intentando encontrar algún sitio donde las olas rompieran de una forma más amigable. Erré unas cuantas veces, y cuando acerté con el sitio, tampoco eran nada del otro mundo, desapareciendo el fondito amigable diez minutos después.

 

Sí, es verdad. No era ni el mejor punto de marea, ni el mejor momento del día para el baño. Y aun así sentó bien. Luego, con en sol más abajo, el viento paró y seguro que hubo un buen baño. 

Hoy tenemos un día espectacular, con un radiante sol y temperaturas agradables, pero la marejada se ha retirado dejando olas cercanas al medio metro. Las previsiones dan una ligera subida a partir del mediodía, con una marejada bastante del oeste. 

Aun así habrá que aprovechar, porque para mañana viene mucho viento del noroeste que no parará hasta el domingo.

 

Feliz fin de semana.