Wavegarden amplia su ola en Aizarnazabal

El centro privado no abierto al público que se dedica al desarrollo de I+D , y recibir clientes e inversores, ha sido recientemente transformado y ampliado.

 

Esta ampliación de las instalaciones llega después de que se anunciara el pasado mayo que el proyecto de ola artificial en el enclave de Antondegi (Martutene) no se llevaría a cabo. Wavegarden anunció en 2021 que, en caso de construirse la ola de Donosti desmantelaría la de Aizarnazabal,  devolviendo el terreno ocupado a su estado natural, y trasladando la maquinaria a la nueva ubicación.

Ahora el prototipo original de Wavegarden Cove se ha transformado y ampliado para proporcionar una mayor variedad de olas y nuevas características de diseño para garantizar una prueba exhaustiva de la tecnología mejorada antes de su uso comercial. Tener un prototipo a tamaño real era algo fundamental para modelar la tecnología líder de generación de olas que crea olas con éxito en ocho instalaciones comerciales en todo el mundo. Sin embargo, su pequeño tamaño había puesto límites a la investigación y el desarrollo. Hasta ahora.

 

Con una superficie de agua de tan solo 90 m x 45 m, el Wavegarden Lab puede generar olas de hasta 2,2 metros de altura, con tiempos de recorrido de hasta 14 segundos y tubos de hasta 7 segundos.
Ubicado en el País Vasco, 

 

“Hemos rediseñado la laguna de surf, ampliando el generador de olas existente para lanzar olas más grandes de hasta 2,2 m de altura y lograr surfeadas de hasta 14 segundos. Se han mejorado las secciones de take-off y final de la ola, creado un tubo de 7 segundos y nuevas secciones de aéreos”, afirma Josema Odriozola, Fundador y CEO de Wavegarden. “Se ha ajustado la batimetría, actualizado las zonas de orilla, reduciendo el muro y sustituyéndolo en parte por paneles de cristal detrás de la zona de take-off para proporcionar un entorno más natural y una estética más atractiva”.

Con una inversión en un parque de surf que actualmente oscila entre 15 y 30 millones de euros, no hay margen de error cuando se trata de la construcción y provisión de tecnología en nuevas instalaciones. 

 

Con un ciclo continuo de olas que puede funcionar las 24 horas del día, los 7 días de la semana, los ingenieros pueden probar las partes mecánicas, el tratamiento del agua, los sistemas de filtración, revestimiento y limpieza y los cambios en la batimetría.

Un avance significativo en la tecnología es la capacidad de programar olas solitarias cada 15 a 30 segundos durante toda la duración de una sesión, en lugar de agruparlas en series con intervalos de 7 a 8 segundos.

El Wavegarden Lab ha logrado un gran avance creando olas más grandes y de mejor calidad. Además, se pueden lanzar olas individuales cada 15 a 30 segundos en lugar de series, lo que supone una ventaja operativa. También se ha introducido un nuevo Reef que ha mejorado las olas de Turn, Barrel y Air:

• En la ola de giros se ha agregado una sección de cierre donde el surfista puede elegir entre terminar la ola con una espuma, un labio o un pequeño tubo.

• La verticalidad del take-off se puede regular: desde la adecuada para un surfista desde principiante hasta profesional.

• Los tubos son más fáciles de leer y tienen un equilibrio ideal entre anchura y potencia, con una velocidad y altura constantes durante toda la ola. Y también se ha trabajado en un tubo bowly con opción de giros previos y una versión de slap para entrar a contrapico.

• Los aéreos se han potenciado con diferentes launch pads para hacer maniobras como alley-oop y dobles aéreos.

 

El pasado septiembre, coincidiendo con el Quikislver Festival de Hossegor, surf Kelly Slater, Shane Dorian y Bobby Martinez tuvieron algunas sesiones en el renovado centro de demostración. A ellos se unieron el medallista de oro olímpico Kauli Vaast y otros surfistas, entre ellos Leo Fioravanti, Coco Ho, Mateus Herdy, Jackson Dorian, Noah Beschen y los surfistas locales Kai y Hans Odriozola.

“Me quedé muy impresionado”, declaró Kelly Slater después de surfear durante tres horas y aterrizar alguno de los mayores alley-oops. “Hay muchas opciones y variabilidad en los diseños de las olas”. Aunque Slater tiene su propia tecnología de creación de olas, no se privó de compartir su opinión sobre las nuevas olas de Wavegarden. “Lo que más necesitamos en el diseño de piscinas de olas son ideas y gente trabajando constantemente en ellas”.


Con el surf ya como Deporte Olímpico, las instalaciones de este tipo tienen un papel más preponderante. Por ejemplo, el surfista del CT y Olímpico Leo Fioravanti ha visitado regularmente el Wavegarden Lab para entrenar y refinar su repertorio de aéreos. El entrenamiento se refuerza con CheckMySurf, la tecnología automática de grabación de olas que graba cada ola surfeada y que se puede visualizar en unas pantallas de replay en los laterales de la laguna.

El surfista de las olas grandes, Kai Lenny, completó un giro de 540º. El hawaiano Noah Beschen aterrizó un slob full-rotation. “Cuando unos aéreos son tan buenos, ni siquiera piensas en lo que estás haciendo; simplemente vas a por ello”, dijo Beschen después de la sesión. El brasileño Mateus Herdy trabajó con los técnicos para diseñar su propia ola de doble aéreo. Kai Odriozola, de 19 años y considerado como uno de los mayores talentos del surf europeo, hizo su primer backflip, sorprendiendo incluso a sí mismo, antes de hacer otro en la siguiente ola.