Entre olas enanas y carabelas portuguesas

Ser surfista en el Cantábrico en verano es lo que tiene, que pocas veces vas a tener buenas condiciones.

Ayer fue el primer día de la semana en la que se vieron algo de olas. Unas cuantas vueltas por el parking saturado antes de tener suerte y encontrar una plaza. 

 

Las olas eran pequeñas, muy flojas, sin fuerza, pero con el coche aparcado y el sol que apretaba lo suyo, un baño se antojaba necesario.

 

Un par de grupos de una escuela de surf estaban en un lado, en el otro, tan solo tres surfistas italianos todos con sus corchopanes pegando gritos mientras intentaban pillar una espuma.

Yo también me lancé con el corchopan al agua. Eso sí, sin bigote y sin chaquetilla.

 

Ya me habían dicho que había habido carabelas portuguesas. Otra cosa más por la que preocuparse. Ya me imaginaba saliendo del agua con un latigazo de sus filamentos en toda la cara habiendo pillado dos chustas en la orilla. Vergonzoso.

Hoy estará plato. No dará ni para tablón. Las buenas noticias son que mañana y pasado subirá el mar y tendremos posibilidad de pegarnos un buen baño.

Por cierto, en la webcam de Sope he metido unas capturas de las últimas 12 horas para que nos hagamos una idea de la evolución del mar. Espero que os sirva de ayuda.

Feliz fin de semana.