Primer baño en un mes

Llegaron las olas por fin aunque no fueron nada puntuales. Un baño para abrir boca antes de la subida de mar de hoy.

No fue un baño memorable. De hecho, cuando me pasé la primera vez a la tarde no parecía que hubiera nada que rascar. Algunos lo intentaban, pero era patente que las olas todavía no querían colaborar. Demasiado pequeño.

Pero a última hora la cosa cambio lo suficiente como para decidir entrar al agua por primera vez en un mes. Las olas parecían algo más grandes y el viento no molestaba.

Por supuesto me pilló sin los deberes hechos. La tabla sin arreglar, todavía con la parafa de primavera, y el traje arrugado, húmedo y áspero después de no haberlo aclarado en el último baño a finales de mayo.

 

Unas cuantas paredes fueron suficiente para concluir que el baño no fue malo y que lo de surfear no se olvida tan fácilmente.

 

Hoy parece que ha subido algo el mar, y debería subir todavía algo más, quizá hasta el metro de altura, con vientos flojos del norte, nordeste flojos.