Peligra la construcción Sabadell SurfCity

Donde digo digo... Si el año pasado el pleno municipal del Ayuntamiento de Sabadell aprobó la construcción de una ola artificial en terrenos municipales, ahora han votado en contra.

El Pleno municipal de Sabadell ha expresado su rechazo, a través de una moción política, a la construcción de una gran piscina de olas artificiales bautizada como 'Sabadell SurfCity' a la espera de que la conselleria d'Acció Climàtica de la Generalitat se pronuncie sobre su potencial impacto ambiental.

La moción quedó aprobada el pasado 2 de mayo con 10 votos a favor de ERC, 6 abstenciones (Ciutadans y Junts) y 9 votos en contra del PSC.

 

Curiosamente, hace menos de un año Ciutadans y Junts habían votado a favor de la propuesta.

 

¿Cuales son las razones para este cambio de parecer? En primer lugar, parece que la cercanía de las elecciones municipales, que se celebrarán el próximo 28 de mayo. En segundo lugar, un análisis más en profundidad del proyecto justo en un momento de sequía extrema en toda Cataluña.

[El #pleSBD crític, per A.Santamaría] "La darrera sessió del mandat ha estat determinada per la protesta de la @PAHC_Sabadell i l’aprovació de la moció de @defensaripoll per desestimar el projecte de SurfCity en la que el @PSCSabadell s’ha quedat sol".https://t.co/YzWTAWaN1S

— iSabadell (@iSabadellcat) May 3, 2023

El primer teniente de alcaldesa y portavoz del Govern, Pol Gibert, ha apuntado que, "ante la duda razonable" sobre el aspecto medioambiental del proyecto, el Ayuntamiento ha encargado varios informes (tres técnicos y un final). Informes que analizará la Generalitat analizará por tener "la máxima garantía posible en el ámbito ambiental a pesar de saber que ni es preceptivo ni obligatorio". Sin embargo, Gibert cree que el interés de los proponentes de la moción no es el medio ambiente porque, sino, esperarían que hubiera una resolución que aclarara las dudas que hay en este sentido antes de querer echar atrás el proyecto. El responsable del Gobierno reitera que el ejecutivo "acatará lo que diga el informe de máxima garantía medioambiental".

Desde ERC, su portavoz, Gabriel Fernández, afirma que los republicanos tienen "un modelo opuesto y diferente" y el proyecto SurfCity "es la mejor síntesis de esta diferencia". Fernández reclama definir el modelo de ciudad en el pleno, acusa al Gobierno de querer “pasar el muerto” a la Generalitat y reclama que “no eche balones fuera, asuma las consecuencias y si no está de acuerdo y ahora dude, siempre está en tiempo de corregir”.

La portavoz de la Crida, Nani Valero, ha reclamado que "no alimentamos la emergencia climática" con proyectos como éste. Por “coherencia y responsabilidad”, porque en momentos de “emergencia climática y sequía” es “inoportuno” querer sacar adelante la piscina de olas.

Por parte de Ciutadans, el concejal Ramón García acusa al Gobierno de permanecer en “profundo silencio” al respecto -esperaba avales que determinaran la viabilidad del proyecto- y asegura que “el proyecto quizás no era tan sólido como nos lo querían vender”. Menos aún en la situación actual de “sequía extrema”.

El portavoz de Junts, Lluís Matas, ha justificado la abstención porque se está a la espera de los informes medioambientales, un trámite que ha calificado de "trascendental" y porque las circunstancias han cambiado respecto a la votación de julio del año pasado, en el mismo plenario y en la que los junteros votaron a favor del proyecto.

"Un grave atentado contra el parque fluvial"

En representación de la Plataforma Stop SurfCity y Amics del Ripoll, Mercè Argemí, ha alertado antes del debate de la moción de que “la materialización de este proyecto en el contexto de sequía y emergencia climática significaría un grave atentado a lo que debe ser el parque fluvial del río Ripoll, con la pérdida de biodiversidad y la destrucción de hábitats naturales imprescindibles para mantener la calidad ambiental de todo el ámbito del río”. 

 

El Proyecto

El nuevo equipamiento se ubicaría en un terreno de 3 hectáreas, con calificación deportiva. Tendrá dos niveles: el primero a la altura del camino de Can Quadres incluirá un aparcamiento, y en la planta baja habrá un restaurante con vistas al Ripoll y dos piscinas, además de un gimnasio y un skatepark diseñado para el entrenamiento con Canvers. Estará abierto todo el año y se calcula que la entrada rondará entre los 30 y 50 euros la hora de uso.


La piscina principal tendrá 140 metros de largo y 35 de ancho, con un área total de 5.500 metros cuadrados, con una capacidad para 38 surfistas a la vez. En el lado norte habrá un área para los principiantes y en el otro extremo se habilitará para los usuarios intermedios y avanzados, donde estarán las olas más altas, que pueden llegar a ser de 2,4 metros.

 Entre las características que el proyecto contempla ya de entrada, se prevé la utilización de luz verde, proveniente al 100% de fuentes de energía renovables (solar, hidroeléctrica y eólica) y, por tanto, con una huella de carbono nula. El techo de la zona de aparcamiento contaría con placas fotovoltaicas que producirían un tercio del consumo requerido. Las placas funcionarían sin baterías, ya que la energía se generaría durante las horas de uso. Paralelamente las piscinas funcionarían con circuitos cerrados de agua para evitar su desperdicio.

 

Los inversores calculan que podrían atraer a unos 160.000 usuarios al año.

 

La inversión privada, que se prevé que sea de 14 millones de euros, provendrá de la marca comercial SurfCity, registrada el 2 de noviembre desde la sociedad mercantil Gesquiser SL, tras la que se esconde la promotora Habitendio SL. Jorge Quiñoa Serra –que representa públicamente a la empresa– y sus padres comparten la administración de al menos dos empresas y ostentan la propiedad de un complejo hotelero de lujo, el Aloita Resort, en las Mentawai (Indonesia).