El 80% de los surfistas españoles y portugueses ha participado alguna vez en un rescate
Esta es la conclusión de un estudio realizado entre la Universidad de Oporto y la Universidad de Vigo acerca de rescates acuáticos realizados por surfistas.
El estudio realizado en el campus de Pontevedra concluye que ocho de cada diez personas que practican este deporte en España y Portugal han participado en un rescate.
A través de un cuestionario respondido por 2.048 surfistas de estos dos países que se distribuyó entre varias federaciones y en la que también participó Surf 30, reveló que el 78,5% de ellos, el 91% hombres, tuvo que realizar al menos un rescate en su vida. En la mitad de los casos, fueron rescatados en playas sin vigilancia o fuera del horario de vigilancia.
Pero a pesar de que más del 37% de los participantes contaba con más de veinte años de experiencia en el surf, la gran mayoría no poseía los conocimientos imprescindibles sobre maniobras de rescate y reanimación. Solo uno de cada cuatro tenía experiencia profesional como reanimador y el 36% nunca había realizado un curso de reanimación cardiopulmonar.
Sin embargo, a pesar de esta falta de formación, “tienen experiencia en el agua, conocen los principales peligros asociados al riesgo de ahogamiento y en su mayoría son nadadores competentes”, recuerda el autor del estudio, que se centra en el “papel vital” que pueden desempeñar. "como parte de una estrategia de prevención de ahogamientos". De hecho, en el caso de los episodios "más graves", solo el 19% de las víctimas pidieron ayuda, mientras que en la mayoría de los rescates "el surfista vio a la persona en peligro y decidió ayudar".
Estas son las principales conclusiones de este trabajo, elaborado por el entrenador de surf y natación Joel de Oliveira como parte de la tesis doctoral que defendió recientemente en la Facultad de Ciencias de la Educación y el Deporte.
Según el autor, esta es la primera investigación que busca "caracterizar" los rescates realizados por surfistas de Portugal y España. En la Península Ibérica no se dispone de datos sobre la frecuencia y condiciones de los rescates acuáticos de surfistas.
Pese a la falta de formación, subraya De Oliveira, los surfistas "tienen experiencia en el agua, conocen los principales peligros asociados al riesgo de ahogamiento y son en su mayoría nadadores competentes", por lo que pueden jugar un "papel vital" en la predicción de ahogamientos.
Así, en el caso de los episodios "más graves", solo el 19% de las víctimas pidieron ayuda, mientras que en la mayoría de los rescates "el surfista vio a la persona en peligro y decidió ayudar".
La mayoría de los rescates ocurrieron después de que los nadadores quedaran atrapados en corrientes de resaca, corrientes de agua "que pueden arrastrar a los nadadores lejos de la orilla rápidamente" y que los surfistas usan "para llegar al área donde rompen las olas".
En el marco de esta tesis, Joel de Oliveira también incluyó un análisis de las prácticas educativas en relación con la prevención de lesiones y ahogamientos en escuelas de surf, destacando el papel que pueden jugar los instructores en enseñar a los aspirantes a surfistas cómo responder ante un posible ahogamiento.
Se realizó a través de un cuestionario administrado a 102 monitores portugueses. Esto permitió comprobar que aunque el 93% "es consciente de la importancia de los hábitos de prevención", una gran parte "ignora las medidas preventivas clave cuando enseña" a los principiantes, tanto en referencia a las lesiones más habituales en este deporte como a las "primera respuesta al salvamento acuático". Por ejemplo, “solo el 60,8% de los encuestados” transfirió en las primeras clases “medidas para proteger la cabeza en caídas”, siendo más frecuente la inclusión de este tipo de preguntas en el caso de los instructores con más de 15 años de experiencia.
Por otro lado, el 72% de los participantes manifestó haber tenido que realizar al menos un rescate en los últimos dos años, período en el que solo el 43% había asistido a un curso de soporte vital básico. En este sentido, esta investigación destaca tanto el papel que pueden jugar estos profesionales “en la primera respuesta a los eventos de ahogamiento” como la necesidad de que tengan una mayor formación en este campo.
El trabajo se completa con un estudio destinado a evaluar un programa piloto de formación, basado en el uso de un vídeo ficticio sobre corrientes de resaca, realizado con 120 jóvenes de entre 14 y 16 años, residentes en la provincia de Pontevedra.
Este trabajo mostró que más de la mitad no conocía las corrientes de resaca o no las identificaba en una zona de baño. Después de este proyecto, casi dos tercios de los participantes afirmaron que elegirían un lugar para bañarse "más seguro" y alrededor del 80 % aprendieron qué hacer si quedaran atrapados en una corriente de resaca.
El estudio realizado en el campus de Pontevedra concluye que ocho de cada diez personas que practican este deporte en España y Portugal han participado en un rescate.
A través de un cuestionario respondido por 2.048 surfistas de estos dos países que se distribuyó entre varias federaciones y en la que también participó Surf 30, reveló que el 78,5% de ellos, el 91% hombres, tuvo que realizar al menos un rescate en su vida. En la mitad de los casos, fueron rescatados en playas sin vigilancia o fuera del horario de vigilancia.
Pero a pesar de que más del 37% de los participantes contaba con más de veinte años de experiencia en el surf, la gran mayoría no poseía los conocimientos imprescindibles sobre maniobras de rescate y reanimación. Solo uno de cada cuatro tenía experiencia profesional como reanimador y el 36% nunca había realizado un curso de reanimación cardiopulmonar.
Sin embargo, a pesar de esta falta de formación, “tienen experiencia en el agua, conocen los principales peligros asociados al riesgo de ahogamiento y en su mayoría son nadadores competentes”, recuerda el autor del estudio, que se centra en el “papel vital” que pueden desempeñar. "como parte de una estrategia de prevención de ahogamientos". De hecho, en el caso de los episodios "más graves", solo el 19% de las víctimas pidieron ayuda, mientras que en la mayoría de los rescates "el surfista vio a la persona en peligro y decidió ayudar".
Estas son las principales conclusiones de este trabajo, elaborado por el entrenador de surf y natación Joel de Oliveira como parte de la tesis doctoral que defendió recientemente en la Facultad de Ciencias de la Educación y el Deporte.
Según el autor, esta es la primera investigación que busca "caracterizar" los rescates realizados por surfistas de Portugal y España. En la Península Ibérica no se dispone de datos sobre la frecuencia y condiciones de los rescates acuáticos de surfistas.
Pese a la falta de formación, subraya De Oliveira, los surfistas "tienen experiencia en el agua, conocen los principales peligros asociados al riesgo de ahogamiento y son en su mayoría nadadores competentes", por lo que pueden jugar un "papel vital" en la predicción de ahogamientos.
Así, en el caso de los episodios "más graves", solo el 19% de las víctimas pidieron ayuda, mientras que en la mayoría de los rescates "el surfista vio a la persona en peligro y decidió ayudar".
La mayoría de los rescates ocurrieron después de que los nadadores quedaran atrapados en corrientes de resaca, corrientes de agua "que pueden arrastrar a los nadadores lejos de la orilla rápidamente" y que los surfistas usan "para llegar al área donde rompen las olas".
En el marco de esta tesis, Joel de Oliveira también incluyó un análisis de las prácticas educativas en relación con la prevención de lesiones y ahogamientos en escuelas de surf, destacando el papel que pueden jugar los instructores en enseñar a los aspirantes a surfistas cómo responder ante un posible ahogamiento.
Se realizó a través de un cuestionario administrado a 102 monitores portugueses. Esto permitió comprobar que aunque el 93% "es consciente de la importancia de los hábitos de prevención", una gran parte "ignora las medidas preventivas clave cuando enseña" a los principiantes, tanto en referencia a las lesiones más habituales en este deporte como a las "primera respuesta al salvamento acuático". Por ejemplo, “solo el 60,8% de los encuestados” transfirió en las primeras clases “medidas para proteger la cabeza en caídas”, siendo más frecuente la inclusión de este tipo de preguntas en el caso de los instructores con más de 15 años de experiencia.
Por otro lado, el 72% de los participantes manifestó haber tenido que realizar al menos un rescate en los últimos dos años, período en el que solo el 43% había asistido a un curso de soporte vital básico. En este sentido, esta investigación destaca tanto el papel que pueden jugar estos profesionales “en la primera respuesta a los eventos de ahogamiento” como la necesidad de que tengan una mayor formación en este campo.
El trabajo se completa con un estudio destinado a evaluar un programa piloto de formación, basado en el uso de un vídeo ficticio sobre corrientes de resaca, realizado con 120 jóvenes de entre 14 y 16 años, residentes en la provincia de Pontevedra.
Este trabajo mostró que más de la mitad no conocía las corrientes de resaca o no las identificaba en una zona de baño. Después de este proyecto, casi dos tercios de los participantes afirmaron que elegirían un lugar para bañarse "más seguro" y alrededor del 80 % aprendieron qué hacer si quedaran atrapados en una corriente de resaca.
No hay comentarios:
Anímate a participar en Surf 30, pero siempre con respeto.
* Los comentarios reflejan solo las opiniones de los lectores.
* No se aceptarán comentarios que puedan ser considerados difamatorios, injuriantes, de mal gusto o contrarios a las leyes.
* No se aceptarán comentarios con contenido racista, sexista, homófobo o que puedan interpretarse como un ataque hacia cualquier colectivo o minoría por su nacionalidad, el sexo, la religión, la edad o cualquier tipo de discapacidad física o mental.
* Los comentarios no podrán incluir amenazas, insultos, ni ataques personales.
Se eliminarán aquellos comentarios que estén claramente fuera del tema de discusión, que sean publicados varias veces de manera repetitiva (spam) o que incluyan enlaces publicitarios.
Si tienes alguna duda, consulta a surf30@gmail.com