Seis promesas que tampoco cumpliré en 2023

El año que comienza es un buen pretexto para hacer borrón y cuenta nueva en los errores cometidos a lo largo del año pasado y cargarse de buenas intenciones para el nuevo que todos sabemos que no vas a cumplir.

Esta vez voy a ser más sincero y desisto desde ya (en tono de humor) de ciertos aspectos en el surfing que debería cambiar.

1.- Calentar antes de entrar al agua
Todos sabemos la importancia de calentar antes de cada baño, pero somos la inmensa mayoría los que nos saltamos este paso. Hay que comprender que ver las olas romper mientras estás haciendo los ejercicios es un auténtico suplicio, y se a eso le sumamos que en todos los años que llevo haciendo surf no he calentado, pues eso.

Yo, en mi caso, prometo hacer unas carreras cortas si hace mucho frío, e incluso algún molinillo con los brazos mientras busco por donde entrar al pico, pero nada más.

2.- Aclarar el traje siempre
Se que aclarar el neopreno en agua dulce alarga su vida, evita la aparición de bacterias, que ahorraré en trajes, y en malos olores, pero si la ducha de la playa no me queda de camino al coche no hay nada que hacer. Llego demasiado cansado a casa para poner a remojo el traje.

3- Comer mejor

Viendolo con perspectiva, el volumen de mis tablas ha ido aumentando proporcionalmente al volumen de mi abdomen. El año nuevo sería perfecto para empezar a comer alimentos naturales y rechazar los ultraprocesados. Unos edamames como sustituto de las patatas fritas, unos crudités en vez del bocata de chorizo, unas semillitas de chia para acompañar la ensaladita. ¡Pero quién tiene tiempo! Uno coje lo primero que encuentra en la despensa o en el frigo y ya está. Me conformaría con comer menos. Tampoco lo cumpliré.

4- Cambiar la parafa de la tabla
En algunas de mis tablas podrías saber su edad tan solo contando las capas de parafa que tienen, casi como si contaras los anillos del tronco de un árbol. Eso sí, cada cuatro capas, un año. Cuando me doy cuenta del cambio de estación y que el agua ha calentado o enfriado, es cuando me doy cuenta que en el maletero tengo dos pastillas de parafa que hay que aprovechar.

5.- Entrar al agua siempre que pueda
"Un baño es un baño", "no hay baño malo", "no hay olas pequeñas si no pocas ganas", "no dejes el baño de hoy para mañana...”. Hay una serie de fracesitas motivacionales para meterte en cualquier condición y de cualquier forma. En un principio estoy de acuerdo con todas ellas, pero cuando estás a 3ºC, rompen babas de medio metro, sopla el nortaco que se lleva las persianas, te huele mal el traje, la tabla te pesa 3 kilos más por la parafa que llevas de otros años, y te has metido toda una bandeja de napolitanas de chocolate del Eroski, pues el baño que se lo pegue otro. Y lo sabes.

6. No ponerme pesado cuando tenga un buen baño.
No hay nada peor que un surfista mediocre que se ha pegado un buen baño. Cuando esto sucede, raras veces, el nivel de pesadez aumenta exponencialmente, así como la cantidad de onomatopeyas (tipo "buaaa", "flasssss", "pum pum pum" o "flaka") en cada frase.
Alta capacidad de cansar a familia, novia/mujer, y/o amigos, incluidos los que estaban en el agua con el ese mismo día.

Como me cuadre un baño bueno este año, os vais a enterar, majos.