Y se hizo la paz

De golpe y porrazo, casi sin avisar, la playa se quedó vacía, y en el agua tan solo unos pocos.

 

Si el martes las playas estaban abarrotadas, ayer, con el comienzo en la mayoría de colegios e institutos y la consiguiente vuelta de los padres al trabajo, la playa apareció vacía.

Donde antes no se podía aparcar ayer había multitud de plazas libres. En la arena apenas había unas cuantas toallas colocadas y en el agua éramos tan solo un puñado.

Las olas de algo más de un metro no eran de lo mejorcito. Rompían caprichosas, unas aquí otras allá, pero aún así todos cogimos unas cuantas en un baño tranquilo y divertido.

Hoy las condiciones parecen más complicadas para las playas más abiertas. La marejada que teníamos frente a nuestras costas se ha reforzado y para hoy romperán olas cercanas a los dos metros de altura, periodos cercanos a los 12 segundos y vientos de tierra durante la primera mitad del día.