El tubazo de Natxo Gonzalez en Puerto Escondido

"Había estado descansando durante una semana sin parar de olas", comenta Natxo. "Me desperté a las 6 de la mañana y amenazaba tormenta otra vez, pero el viento del sur era más fuerte que días anteriores. Había algunas series de más de casi tres metros, así que cogí mi 6'8" y lo intenté. Me pasé toda la mañana buscando una bomba, y cuando llegó esta ola pensé que estaba demasiado lejos, así que mi primera reacción fue remar lo más posible hacia adentro. Sentí la ola chupando fuerte, llegué un poco tarde y encima de la ola. Fue un take off de locos, pero pude clavar los cantos, hacer el bottom y meterme en ese tubo azul cristalino y limpio. Estaba demasiado dentro, así que tuve que bombear un par de veces, había demasiada presión dentro de esa caverna, y pensé que simplemente explotaría. No podía ver nada, y de repente, salí. Por fin pillé una ola perfecta después de un mes".
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