Quitando el mono

Con previsiones contradictorias la única forma de saber realmente cómo estaba el mar era en vivo y en directo.

Algunos partes daban una subida muy grande, otras que se quedaría pequeño, pero todos acertaron en la dirección del viento y su intensidad. Más que un swell lo que rompió ayer fue un mar de viento, olas creadas muy cerca de la costa, con poco periodo y mucha desorganización.

Aún así nos metimos al agua con la esperanza de pillar alguna que mereció la pena. La primera hora de baño estuvo bastante decente para las olas que había, un ir y venir intentando pillar casi cada ola que llegaba con la esperanza de que se formase una pared en una de ellas.

Luego, cuando cambió la marea, las olas ya rompían más tumbadas, incluso más pequeñas. Me tenía que haber salido en ese momento, pero el querer salir con una buena ola cuando ya no las había me hizo estar dando vueltas por la playa durante media hora en busca de un pico inexistente.

Hoy el viento ha amainado pero las ols son ya muy pequeñas. Quizá en algún punto de marea todavía sea factible pegarse un baño antes de que el viento del nordeste aparezca y lo desordene todo.

A corto plazo no parece que vayan a llegar olas. De hecho, se espera que para el próximo martes el mar se quede plato durante un par de días. Habrá que aprovechar entonces las pocas olas que lleguen hoy y mañana.

Feliz fin de semana.