Surfrider luchará contra las olas artificiales

La organización conservacionista, fundada por surfistas, ha echo pública su postura sobre las olas artificiales.

Las piscinas de olas de surf artificial están creciendo en popularidad en todo el mundo y tienen el potencial de impactar profundamente el surf. Aunque existen muchos argumentos para sus beneficios recreativos, Surfrider Foundation Europe, una organización sin fines de lucro creada por surfistas, considera que las cuestiones medioambientales superan la utilidad de estas.

Destinada principalmente a fines económicos y recreativos, la relevancia de estos proyectos puede cuestionarse en gran medida, y aún más cuando su ubicación está cerca del océano, al lado de las olas naturales. De hecho, se puede argumentar sobre el valor de dicho equipo para el entrenamiento o la mejora del surf, pero los beneficios recreativos no superan los impactos ambientales.

Las principales razones que nos llevaron a tomar esta posición son:

- Su construcción implica la artificialización de la tierra (piscina, estacionamiento, caminos) en áreas naturales o agrícolas. Esta artificialización contribuye a la destrucción del hábitat y contribuye a la disminución de la biodiversidad. La lucha contra la artificialización de la tierra y la impermeabilidad se ha convertido en una prioridad para el gobierno francés desde 2018, con el objetivo de limitar la pérdida de espacios naturales, áreas agrícolas y forestales, para alcanzar el objetivo de la artificialización neta cero.

- Operarlos implica un gran consumo de agua, con piscinas que contienen entre 25 y 35,000m3 (equivalentes a 10 a 14 piscinas olímpicas), es innecesario e irresponsable construir estas operaciones en el contexto actual de cambio climático donde la disponibilidad de agua está en alerta máxima , como en la región de Nouvelle-Aquitaine. También debe recordarse que los planes de adaptación de las bahías Adour-Garonne y Loire-Bretagne establecen claramente la importancia de encontrar un buen equilibrio entre el uso del agua y los recursos, mejorar los espacios permeables y reforzar la resiliencia del ecosistema acuático.

- Operarlos implica la necesidad de una gran cantidad de energía. Usando la tecnología American Wave Machine, el consumo eléctrico del generador de olas de Waco en Texas alcanza 450kW (equivalente al consumo promedio de electricidad de 800 hogares franceses). En el marco de la transición energética y el desarrollo de energías renovables, consumir menos energía es una prioridad para nuestra sociedad.

Un ecosistema saludable será nuestra mejor oportunidad para adaptarnos al cambio climático. Sin embargo, los proyectos de artificialización de la tierra y el consumo de recursos hídricos, como las piscinas de olas artificiales, aumentan la vulnerabilidad de los ecosistemas a los efectos del cambio climático. Debido a las preocupaciones medioambientales, si se propusiera un proyecto de piscina de olas a lo largo de la costa europea donde Surfrider Europe lucha activamente contra proyectos de desarrollo costero, la ONG se compromete a luchar en su contra.

Ahora no es un momento de consumo excesivo, búsqueda de crecimiento económico o proyectos desconectados de los problemas ambientales a los que nos enfrentamos hoy. La realidad del cambio climático debería obligarnos a repensar nuestros modelos de crecimiento para reducir el consumo de recursos naturales y reconciliar nuestra relación con la naturaleza.













Y la organización que vela por el medio ambiente se muestra categórica con el tema.

Le habían pedido una y otra vez que expresara su opinión, por un lado, los colectivos de ciudadanos y las asociaciones ambientales que se oponen a esos proyectos de olas artificiales, y por otro, los promotores de proyectos de piscinas de olas para colaboraciones o apoyo. Y la asociación Surfrider Foundation Europe ha decidido responder.

"Hasta ahora, los proyectos de olas artificiales están ubicados fuera del área de intervención habitual de la asociación (la costa y las áreas marinas). Sin embargo, en vista de las numerosas solicitudes y malentendidos, parece importante publicar nuestro posicionamiento en esta cuestión", ha escrito la ONG ambiental creada en 1990 en un comunicado de prensa.

Contra el sistema y un debilitamiento del ecosistema.

Entre el desarrollo tecnológico, los problemas financieros y la preservación del medio ambiente, el asunto de las olas artificiales divide y alimenta los debates. En un momento de adaptación al cambio climático y sus múltiples desafíos, ¿es viable, en nombre de la búsqueda permanente de rendimiento y mejora técnica, implementar proyectos de spots creados por la mano del hombre?.

Surfrider Europe se muestra categórica: "¡No apoyamos ningún proyecto de olas artificiales!". Y por una buena razón, la ONG ambiental denuncia su construcción que implica una artificialización del suelo, su funcionamiento que induce a un consumo significativo de agua y requiere una cantidad significativa de energía.

La asociación argumenta sus comentarios señalando el impacto catastrófico de las actividades humanas en los ecosistemas. Y concluye agregando: "No es momento para la competencia comercial, el consumo, la búsqueda del crecimiento económico desmesurado, ni de proyectos desconectados de los desafíos ambientales a los que nos enfrentamos hoy en dia. El cambio climático debe ser una oportunidad para repensar nuestros modelos de desarrollo, para que sean más sobrios en el uso de los recursos naturales, así como para repensar la relación que tenemos con los ecosistemas que nos rodean".