No caigamos
La foto en cuestión apareció el pasado 5 de abril en un periódico del país con el título "Coronavirus: Surfers continue to ride the waves despite new lockdown rules", y en ella se ve a un surfista sosteniendo su tabla de surf con una mano mientras con la otra hace una peineta. El subtítulo debajo de la fotografía decía: "A un surfista no le agrada que la policía hable con el por ignorar el cierre en una playa de West Auckland".
¿Pero, a quién se dirigía?
La noticia no lo decía y pronto los justicieros en las redes sociales sacaron sus propias conclusiones le sentenciaron, llegando a ser amenazado con agredirlo, y disparado.
Con un simple vistazo de la foto está claro que el surfista no está mirando al oficial de policía que está cerca, sino directamente al cámara.
El surfista fue localizado por una periodista de otro medio a la que aclaró el incidente.
“Cuando caminé por la playa, le saqué al fotógrafo que estaba merodeando por la playa, sin pensar en ello. Fui y hablé con la policía. Fueron encantadores y claros con sus instrucciones y en el mensaje. Reconocí sus consejos y lo acepté."
“Luego continuamos charlando durante unos 10 minutos. Esa tarde me di cuenta de un artículo sobre Stuff usando una foto mía. La leyenda de la foto implicaba que le saqué a la policía y me resistí a sus consejos. No es verdad."
Pero ya era demasiado tarde y miles de comentarios, la mayoría poco agradables inundaron las redes sociales.
La noticia obvió que la prohibición de acceder a las playas se emitió justo la noche anterior y las instrucciones, según la periodista, no eran muy claras.
“No tengo entrenamiento en medios. Esta es mi playa natal, estoy en mi comunidad. Ese fotógrafo condujo hasta aquí para estar junto a la policía tomando fotos. Nadie más puede conducir aquí o venir a la playa. Lo que está haciendo no es exactamente un servicio esencial. Eso no es periodismo, eso es material sensacionalista ".
Dijo que ha sido un momento muy confuso para todos y hasta el sábado las reglas sobre el surf local aún no estaban claras, y que él y un puñado más de surfistas solo querían meterse en su último baño.
“La gente también debe recordar que esta es una situación surrealista que ninguno de nosotros había experimentado antes. A los que viven en la costa nunca se les ha dicho que no podemos ir al océano y nunca imaginaríamos que llegaría ese día”.
Así es, el miedo, el vivir una situación como esta, a la que nadie se ha enfrentado nunca, puede llevar fácilmente a sacar conclusiones precipitadas y al odio, y es justamente ahora cuando todos debemos templar los nervios y mantener la serenidad para no caer en este tipo actitudes.
Más información:
Coronavirus: Surfers continue to ride the waves despite new lockdown rules
Surfer facing death threats over photo
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