Billy Kemper gana su cuarto campeonato en Jaws
En categoría femenina fue Paige Alms la que se llevó el cbdMD Jaws Big Wave Championships por delante de Annie Reichart, en un Peahi que ofreció olas de entre 9 y 12 metros.
Fue un campeonato clásico, muy parecido al que hemos visto en ediciones anteriores, con un Jaws glassy y lento a primera hora de la mañana, que fue despertando lentamente, haciendo cada vez más complicada y espectacular cada ola que cogían.
Los tópicos a los que suele recurrir el WSL definiendo como "épicas" las condiciones, y "guerreros" a los surfistas, muchas veces exagerados, esta vez se quedaron incluso cortos. Ahí fuera las olas eran gigantescas y rompían con una fuerza descomunal. Pese a que son los mejores surfistas del planeta muchos acabaron con sus huesos entre la espuma, rezando por ser recogidos rápidamente por los equipos de rescate. Uno de los primeros en probar la fuerza de las mandíbulas de Jaws fue Russell Bierk, que vió como todo el labio de una gigantesca ola le caía en la cabeza.
Los surfista hawaianos, mayoría en las dos categoría, destacaron pronto, con Nathan Florence marcando las mejores notas, y Kai Lenny y Billy Kemper dando espectáculo. No tardó demasiado en saltar el fuerte viento offshore, haciendo las condiciones cada vez más complicadas. Pero ahí también se vieron las olas más espectaculares.
La final fue una de las más ajustadas de la historia del Jaws Big Wave Championships, con Billy Kemper ganando por la mínima a su compañero y amigo, por menos de un punto y medio, gracias a una gran ola.
En categoría femenina el nivel fue más escaso, aunque la valor y arrojo de algunas de las surfistas lo suplió. No hay que olvidar que tan solo es la segunda edición femenina de este campeonato, y que el surfing femenino de olas grandes hace ha empezado.
Paige Alms pasó a la final con tan solo 0.8 puntos, una puntuación bastante baja, pero luego se desquitó, surfeando la mejor ola del campeonato, ola que le valió ganar la prueba por delante de otras dos hawaianas, Annie Reichart, y Keala Kennelly.
Fue un campeonato clásico, muy parecido al que hemos visto en ediciones anteriores, con un Jaws glassy y lento a primera hora de la mañana, que fue despertando lentamente, haciendo cada vez más complicada y espectacular cada ola que cogían.
Los tópicos a los que suele recurrir el WSL definiendo como "épicas" las condiciones, y "guerreros" a los surfistas, muchas veces exagerados, esta vez se quedaron incluso cortos. Ahí fuera las olas eran gigantescas y rompían con una fuerza descomunal. Pese a que son los mejores surfistas del planeta muchos acabaron con sus huesos entre la espuma, rezando por ser recogidos rápidamente por los equipos de rescate. Uno de los primeros en probar la fuerza de las mandíbulas de Jaws fue Russell Bierk, que vió como todo el labio de una gigantesca ola le caía en la cabeza.
Los surfista hawaianos, mayoría en las dos categoría, destacaron pronto, con Nathan Florence marcando las mejores notas, y Kai Lenny y Billy Kemper dando espectáculo. No tardó demasiado en saltar el fuerte viento offshore, haciendo las condiciones cada vez más complicadas. Pero ahí también se vieron las olas más espectaculares.
La final fue una de las más ajustadas de la historia del Jaws Big Wave Championships, con Billy Kemper ganando por la mínima a su compañero y amigo, por menos de un punto y medio, gracias a una gran ola.
En categoría femenina el nivel fue más escaso, aunque la valor y arrojo de algunas de las surfistas lo suplió. No hay que olvidar que tan solo es la segunda edición femenina de este campeonato, y que el surfing femenino de olas grandes hace ha empezado.
Paige Alms pasó a la final con tan solo 0.8 puntos, una puntuación bastante baja, pero luego se desquitó, surfeando la mejor ola del campeonato, ola que le valió ganar la prueba por delante de otras dos hawaianas, Annie Reichart, y Keala Kennelly.
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