Llegan los arrecifes artificiales 2.0

Mientras algunas empresas apuestan porque el futuro del surf está tierra adentro, en las piscinas de olas, hay otros que creen que lo mejor es tan solo mejorar lo que la naturaleza ya ha creado. Llegan los nuevos arrecifes artificiales.

El último invento de Greb Webber es una evolución de los arrecifes artificiales. Con una estructura en V orientada al oleaje, la plataforma de Webber pretende crear las olas perfectas dentro del mar.

¿Pero, cuáles son las ventajas? En primer lugar, su precio. El modelo pequeño del V-Wall, de unos 50 metros, podría comprarse por "solo" 100.000 euros, en comparación con los varios millones que cuestan las olas artificiales.

Se podría mover fácilmente y orientarse a la dirección del oleaje dado que tan solo estaría anclado al fondo del mar.

Mucho más ambicioso es su segunda versión, el V-Reef. Con la misma forma que el anterior, pero a escala más grande y con una estructura unida al fondo del mar por pilares y cuyo fondo podría regularse según la marea, su precio se dispararía a algo menos de dos millones de euros. Webber estima que se podrían crear olas de hasta 300 metros de longitud.

No os hagáis ilusiones muy rápidamente, porque si estudiamos brevemente los inventos de Webber, no parece que hayan tenido demasiado éxito. Su ola artificial todavía no ha encontrado comprador y eso que salió al mercado hace varios años.

Y a eso hay que sumar que los reefs artificiales no han tenido nunca demasiado éxito. El mar normalmente reclama lo que es suyo. A mi memoria viene el caso de arrecife de Boscombe, en Dorset, Inglaterra, que tras una inversión de más de cuatro millones de libras fue declarado inseguro y cerrado al público.

Parece que la V-Wall, el modelo flotante, podría ser el que mejor resultado dé, pero habrá que verlo en acción para comprobar lo seguro que es, cómo funciona con diferentes tipos de mareas y oleajes, y si es capaz de aguantar los continuos embates del mar.

Por ahora, tan solo es un dibujo en un papel.