¿Es peligroso surfear durante una tormenta eléctrica?
El otro día me preguntaron si era peligroso surfear bajo una tormenta eléctrica y no supe qué decir. Supuse que no era muy recomendable como no lo es hacer ninguna actividad al aire libre cuando están cayendo rayos del cielo pero no lo sabía a ciencia cierta.
Indagué y supe que el agua salada es un excelente conductor para la electricidad por lo que un rayo que caiga a 90 metros de un surfista podría matarlo. Los rayos siempre buscan el camino más corto para llegar a la superficie y un surfista, ya sea sentado en el pico o surfeando una ola, podría llegar a ser ese camino. La probabilidad de ser alcanzado por un rayo en el agua son realmente bajas (de 1 entre 4,3 millones en un año concreto, que equivale más o menos a 1 entre 56.000 a lo largo de toda una vida, en tierra).
La cuestión, por tanto, es no estar en el agua cuando llegue la tormenta para así evitar cualquier problema. Así, no está de más que sepamos calcular la distancia de una tormenta respecto a nosotros. Basta contar los segundos que transcurren desde que se produce el relámpago hasta que se escucha el trueno. La luz viaja a una velocidad de 300.000 kilómetros por segundo, mientras que el sonido lo hace a tan sólo 331 metros por segundo. Para calcular la distancia en kilómetros a la que se halla una tormenta de nosotros, únicamente hay que dividir los segundos entre 3. De tal modo que si han pasado seis segundos entre el relámpago y el trueno la distancia será de dos kilómetros.
Indagué y supe que el agua salada es un excelente conductor para la electricidad por lo que un rayo que caiga a 90 metros de un surfista podría matarlo. Los rayos siempre buscan el camino más corto para llegar a la superficie y un surfista, ya sea sentado en el pico o surfeando una ola, podría llegar a ser ese camino. La probabilidad de ser alcanzado por un rayo en el agua son realmente bajas (de 1 entre 4,3 millones en un año concreto, que equivale más o menos a 1 entre 56.000 a lo largo de toda una vida, en tierra).
La cuestión, por tanto, es no estar en el agua cuando llegue la tormenta para así evitar cualquier problema. Así, no está de más que sepamos calcular la distancia de una tormenta respecto a nosotros. Basta contar los segundos que transcurren desde que se produce el relámpago hasta que se escucha el trueno. La luz viaja a una velocidad de 300.000 kilómetros por segundo, mientras que el sonido lo hace a tan sólo 331 metros por segundo. Para calcular la distancia en kilómetros a la que se halla una tormenta de nosotros, únicamente hay que dividir los segundos entre 3. De tal modo que si han pasado seis segundos entre el relámpago y el trueno la distancia será de dos kilómetros.
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