Demandan a Rip Curl por el hundimiento del Quest 1

Imagino que recordaréis el hundimiento en aguas de las Mentawais hace dos años del Quest 1, un barco mítico propiedad de Rip Curl. Ahora los pasajeros del barco, cinco surfistas norteamericanos y tres australianos, han demandado a la compañía por el suceso.

Construido en 1997, el Quest 1 era un barco de lujo de 69 pies sirvió para explorar algunas de las mejores olas del mundo y que fue usado por Rip Curl para las campañas publicitarias "The Search", y "Tip 2 Tip", además de usarlo para sus propios surfaris a razón de 5.000 dólares por persona y viaje.

Pero en 2015, durante un surfari a las Mentawai en el que iban a bordo ocho surfistas australianos el Quest 1 se inundó inesperadamente.

Ahora, los pasajeros que sobrevivieron al accidente han demandado a Rip Curl, a sus ejecutivos y a los operadores del barco, alegando que Rip Curl sabía que el barco estaba en mal estado antes de embarcar para el viaje.

La demanda, presentada la semana pasada en la corte estatal de California, ofrece una nueva versión de los últimos momentos de la Quest 1 y del caos que se desarrolló durante su hundimiento.

"El capitán y una tripulación incompetente, despreciando la seguridad de los demandantes, entraron en pánico y abandonaron la nave sin los demandantes", quienes a su vez fueron "obligados a abandonar el barco la oscuridad de la noche y en un mar embravecido", dice la demanda presentada la semana pasada en un juzgado de California.

Después de pagar más de 30.000 dólares en total para alquilar el Quest 1, el grupo zarpó a mediados de julio de 2015 desde Padang, Indonesia, para un viaje de dos semanas a las islas Mentawai.

Según la demanda, alrededor de las 2:30 de la madrugada del tercer día del surfari, uno de los surfistas se despertó y se encontró a la tripulación que se movía de un lado para otro de la nave y hablaba a voces. Cuando se acercó a la popa vio que la sala de máquinas tenía un metro de agua.

Los mecanismos anti-inundación del Quest 1 habían fallado, condenando al buque. Ninguno de los equipos de emergencia funcionó, y no había manera de impedir que el agua entrara, dice la demanda. Tampoco había una radiobaliza que indicara su posición para rescatarlos.

En un momento dado, y siempre según la demanda, el capitán entró en pánico y empezó a gritar por la radio, mientras que los pasajeros intentaban achicar el agua de la sala de máquinas.

Sin previo aviso, antes de las 4 de la mañana, el capitán saltó a una moto de agua huyendo del Quest 1, y dejando atrás a los pasajeros, la tripulación y el buque.

"Se produjo el caos", dice la demanda. "La masajista entró en pánico y saltó a la moto de agua con el capitán. El resto de la tripulación fue incapaz de lanzar las balsas salvavidas y entraron en la lancha a motor".

Los surfistas y un número no especificado de miembros de la tripulación se quedaron aferrados a sus tablas de surf y un par de pequeñas balsas inflables. Durante las siguientes horas, el grupo flotó en mar abierto, luchando contra las olas dos metros a unos 30 kilómetros de la costa. Al amanecer, el Quest 1 se hundió por completo.

A las 7:30 de la mañana, los acusados "no habían tomado ninguna medida" para alertar a las autoridades, dice la demanda, por lo que uno de los surfistas y dos tripulantes remaron hacia lo que creían era la costa. Un par de horas más tarde, regresaron con otro barco chárter y consiguieron poner a salvo al resto.

La demanda alega negligencia, incumplimiento de contrato, fraude y enriquecimiento injusto.

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