Un quiero y ...

Las condiciones eran perfectas para el surfing, con un mar ordenado y una suave brisa de tierra, pero las olas apenas alcanzaban el medio metro.

Mirando durante un buen rato uno se podía dar cuenta que alguna serie perdida llegaba a la orilla, y eran totalmente surfeables. Te pillas tres de esas y te vas todo contento a casa. Lamentablemente, se me hizo tarde y no entré.

Hoy es probable que suba un poco el mar, quizá lo justo para tener un baño algo más consistente que el de ayer.