La casa por el tejado

El otro día leía una entrevista que le hacía la redacción de Surfer Magazine a Matt Archbold, uno de los surfistas prodigio que produjo San Clemente a mediados de los 80.

Archbold, surfistas estiloso, autodestructivo, y sin pelos en la lengua, criticaba con dureza el estado del surfing actual. “El surf moderno necesita evolucionar. La sensación que tengo es que muchos surfistas de talento están haciendo lo mismo. Incluso puede que no sepan hacer un cut back, pero si un reverse air. El surf se ha convertido en algo muy previsible y no debería ser así”.

Hay que anotar que si de algo no se le puede acusar a Archbold es de ser como los demás. Dejó el instituto de San Clemente a los 15 años para convertirse en surfista profesional, y lideró junto con Christian Fletcher, y Dino Andino (padre de Kolohe) un cambio en el estilo del surfing a finales de los 80, principios de los 90, siendo uno de los más prominentes especialistas en aéreos del mundo. Influenciado por Martin Potter, fue uno de los mejores del planeta, si no el mejor, haciendo aéreos en olas pequeñas.

¿Es cierta la afirmación de Archbold de que los jóvenes valores de este deporte se han vuelto previsibles? ¿Se puede ser un gran surfista sin manejar las maniobras que hasta ahora se creían básicas? ¿Se está empezando la casa por el tejado?

En la entrevista Matt también aborda un punto muy interesante, y es el de los air reverse. Para el, y para mi también aunque no me haya hecho uno en mi vida, me parece que es más complicado hacer un aéreo directo, sin coger la tabla, y sin girar, que un reverse en el que se utiliza la ola simplemente como un trampolín para dar vueltas pese a que este pueda resultar más espectacular. "Me gusta ver a la gente ganar el máximo de velocidad para después volar sobre el labio, no solo proyectarse con el labio. Eso es lo que constituye un verdadero aéreo".