Un día de olas

Después de días flojos, de días duros, de comer, de esperar, por fin ha cuadrado un baño de los buenos.

Tres cuartos de metro, alguna de más, estuvieron abriendo perfectamente a derecha e izquierda durante casi toda la marea, en el que tan solo una mínima brisa del noroeste impedía que el mar no estuviera glassy.

Hoy seguiremos con buenas condiciones para el surfing aunque con un mar más pequeño y apenas viento.

Por cierto, ayer me fijé en unos surfistas británicos que habían aparcado su furgo en el parking, llevaban unos días durmiendo ahí. Mientras hablaban, los dos se pusieron a recoger toda la basura que tenían a su alrededor; bolsas de plástico, latas, papeles, y puedo asegurar que no eran suyas. Un ejemplo.