Trastornos horarios

Se venía venir. Cada vez anochecía antes y te tenías que dar más prisa en salir del trabajo, instituto/universidad, cada vez más rápido en el coche, y cada vez apurando más el atardecer hasta salir del agua a oscuras.

Dicen los expertos que el cambio de hora del pasado sábado al domingo puede ahorrar un 1% de energía en las casas, pero que por el contrario puede producir trastornos del sueño, falta de concentración o cambios en el estado anímico.

Pero además, para muchos surfistas también hay que sumar otro trastorno (sin contar el tener que sumar una hora más en su tabla de mareas): el de no poder pegarse un baño entre semana hasta dentro de un buen puñado de meses. Ayer el surf se acabó para mucha gente.

Para algunos afortunados todavía les quedarán quince días para surfear rápidamente unas cuantas olas al amanecer, si el día es claro, antes de volver a enfundarse el mono de trabajo o la corbata. Otros sacrificarán la hora de la comida y su vida social en el trabajo por un baño rápido, un mete-saca, para volver despeinado y con olor a salitre al curro.

Eso si, al que está en paro, una de cada cuatro personas, todo esto no le afecta.