El precio por surfear olas gigantes

Leo en Surfing Magazine el tremendo relato que hace Aaron Gold sobre el accidente en Cloudbreak que casi le cuesta la vida.

Según el propio Aaron, estaba en el lugar correcto y la ola era "fácil", pero algo salió mal, y cayó. La ola le sumergió tanto que empezó a patalear para no darse con el fondo, para luego escalar por su invento hasta la superficie, donde otra ola le esperaba para golpearle. Esa fue la definitiva, la que le hizo perder el sentido y si no llega a ser por sus compañeros no podría contarlo.

Ahora, todavía con los pulmones encharcados, en periodo de recuperación, reconoce que cuando murió Sion Milosky en 2011 no estaban preparados, pero con Greg Long en Cortez Bank y con el si.

Aún con todos los adelantos tecnológicos como las motos de agua y los chalecos inflables, la coordinación de los equipos de rescate, o los métodos de entrenamiento, los accidentes siguen ocurriendo, y es muy probable que algún día la suerte no acompañe y suceda una tragedia, pero esta gente está hecha de una pasta diferente, está claro, y aceptan el precio que conlleva el surfear olas gigantes.