Así quedaron las tablas de John John Florence después de su último vuelo

John John Florence voló recientemente con la compañía norteamericana de bajo coste JetBlue. Todo fue bien hasta que aterrizó y fue a recoger su bolsa con las tablas de surf. Todas estaban destrozadas.

Just wanted to say A big thanks to @jetblue for treating my poor board bag like this and telling me your not responsible !! Haha I paid 500$ for this new shape to my board

Una foto publicada por John john Florence (@john_john_florence) el 4 de Nov de 2015 a la(s) 11:38 PST

Los daños ocurrieron en el aeropuerto, cuando a los operarios de la compañía de handling con la que opera JetBlue se les cayó la bolsa, que fue atropellada por otro vehículo dejando las tablas de surf para el
desguace.

El hawaiano había pagado 500 dólares por transportar sus tablas de surf y se encontró que todas estaban partidas. Al reclamar los daños la compañía aérea le dijo que no era su problema y que iba a pagar indemnización alguna.

John John Florence, comprensiblemente enfadado, subió la foto a su cuenta de Instagram (420.000 seguidores) añadiendo: "Solo quiero dar las gracias a @jetblue por tratar mi bolsa con las tablas de surf de esta manera y decirme que no son responsables. He pagado 500$ por este nuevo diseño de la tabla".

No era la única persona enfadada. Jon Pyzel, shaper de Florence desde que era pequeño, y creador de las tablas, decía en Facebook: "Si llevara mi negocio de la misma forma que vosotros hubiera quebrado hace años. Esto es lo que hicisteis a las tablas de @john_john_florence después de cobrarle 500 dólares para luego decirle que era su problema. Algunas de las tablas que destruisteis eran sus mejores tablas de surf, de valor incalculable y hechas por mi. Necesitáis aprender a tratar a vuestros clientes con un poco de respeto".

Pero es que el caso de Florence no es una gota en el mar. Continuamente los surfistas ven cómo sus equipos son maltratados por los empleados de las compañías aéreas pese a pagar su transporte, y ven como cuando hay desperfectos nadie se hace responsables de ellos.