La Marea del siglo

El 10 de marzo de 1997 hubo la última "marea del siglo" del segundo milenio, situación que se repetirá el próximo 20 de marzo con la primera gran marea del nuevo milenio, cuyo coeficiente de marea será de 116 de un máximo de 120.

Este curioso fenómeno celeste que se repite aproximadamente cada 18 años, en una fecha cercana a la de la presentación de los equinoccios (21 de marzo o 21 de septiembre), está determinado por una casi perfecta alineación de la Tierra, la Luna y el Sol en las fases de luna nueva o luna llena y causa una máxima elevación de los océanos bajo el efecto de esa potente atracción lunar y solar, así como también su máximo descenso.

Es decir, en estas oportunidades es cuando más sube y más baja la marea en todo el mundo, siempre y cuando también haya perigeo lunar; es decir, si simultáneamente la Luna está en su punto más cercano a la Tierra.

Estas mareas máximas se calculan con los coeficientes de mareas, que indican la amplitud de la marea prevista (diferencia de altura entre las consecutivas pleamares y bajamares de un lugar), con un máximo de 120 para el mayor pleamar y bajamar que se pueda registrar, sin tener en cuenta algún efecto meteorológico adicional que pueda acrecentar el efecto destructivo que tal ascenso del mar pueda causar en zonas costeras.

Algunas veces, cuando coincide este suceso con vientos mar-tierra (o con movimientos del océano por causas como el fenómeno del Niño, por ejemplo) que puedan empujar el mar con mayor fuerza tierra adentro, hay una mayor destrucción de viviendas costeras. Esto significa que, aunque los coeficientes de marea son los mismos para todo el planeta, los efectos del fenómeno pueden ser muy diferentes, según la vulnerabilidad del sitio.

Una foto del puerto de Mundaka en 1977