El inventor del Flowrider quiere una ola más natural
En 1991 se abrió al público en Texas el primer FlowRider de la historia gracias a la tecnología creada por Tom Lochtefeld.
Ahora Lochtefeld ha vendido dicha tecnología de creación de olas a la empresa Whitewater West Industries con la intención de usar ese dinero para abordar los principales de diseño que tiene este tipo de olas: el consumo de energía, y la falta de parecido con una ola natural.
Según Surfline, Lochtefeld ha desarrollado un prototipo de motor mucho más eficiente de los que hay en el mercado para aplicarlos a la nueva generación de olas artificiales. El FlyingReef será, según sus palabras, la mayor aproximación que se haya realizado a una ola natural. Podrá ser creada de hasta dos metros de altura y podrá ser surfeada tanto por principiantes como por los mejores surfistas del mundo.
La mala noticia es que por ahora solo es un prototipo a escala.
Ahora Lochtefeld ha vendido dicha tecnología de creación de olas a la empresa Whitewater West Industries con la intención de usar ese dinero para abordar los principales de diseño que tiene este tipo de olas: el consumo de energía, y la falta de parecido con una ola natural.
Según Surfline, Lochtefeld ha desarrollado un prototipo de motor mucho más eficiente de los que hay en el mercado para aplicarlos a la nueva generación de olas artificiales. El FlyingReef será, según sus palabras, la mayor aproximación que se haya realizado a una ola natural. Podrá ser creada de hasta dos metros de altura y podrá ser surfeada tanto por principiantes como por los mejores surfistas del mundo.
La mala noticia es que por ahora solo es un prototipo a escala.
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