Locuras en el agua
Durante una visita a un Instituto Psiquiátrico, uno de los visitantes le preguntó al Director, qué criterio se usaba para definir si un paciente debería o no ser Internado.
- 'Bueno', dijo el Director, 'hacemos la prueba siguiente: llenamos completamente una bañera, luego le ofrecemos al paciente una cucharita, una taza y un balde y le pedimos que vacíe la bañera.
De la forma como vacíe la bañera, sabemos si hay que internarlo o no'.
-Ah, entiendo- dijo el visitante. - Una persona normal usaría el balde porque es más grande que la cucharita y la taza.
-No -dijo el Director, 'una persona normal sacaría el tapón'. Usted ¿Qué prefiere: una habitación con o sin vista al jardín?
Si la prueba se la hicieran a Garrett McNamara tendría una habitación asegurada en el psiquiátrico. Solo así se entiende que después de seis horas haciendo tow-in en Nazaré, Portugal, decidiera sacar su pincho de 12 pies para surfear un poco más.
Fué a por la primera ola y no la consiguió pillar. Cuando se giró, se encontró con que una de las olas más grandes del día le iba a romper encima. Trató de quitarse el inviento pero no lo consiguió a tiempo así que la ola le machacó dándole la vuelta y la tabla le arrastró durante decenas de metros antes de que consiguiera salir a la superficie. Dicen que salió sonriendo.
¡LOCURAS!
- 'Bueno', dijo el Director, 'hacemos la prueba siguiente: llenamos completamente una bañera, luego le ofrecemos al paciente una cucharita, una taza y un balde y le pedimos que vacíe la bañera.
De la forma como vacíe la bañera, sabemos si hay que internarlo o no'.
-Ah, entiendo- dijo el visitante. - Una persona normal usaría el balde porque es más grande que la cucharita y la taza.
-No -dijo el Director, 'una persona normal sacaría el tapón'. Usted ¿Qué prefiere: una habitación con o sin vista al jardín?
Si la prueba se la hicieran a Garrett McNamara tendría una habitación asegurada en el psiquiátrico. Solo así se entiende que después de seis horas haciendo tow-in en Nazaré, Portugal, decidiera sacar su pincho de 12 pies para surfear un poco más.
Fué a por la primera ola y no la consiguió pillar. Cuando se giró, se encontró con que una de las olas más grandes del día le iba a romper encima. Trató de quitarse el inviento pero no lo consiguió a tiempo así que la ola le machacó dándole la vuelta y la tabla le arrastró durante decenas de metros antes de que consiguiera salir a la superficie. Dicen que salió sonriendo.
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