Los abanderados del apocalipsis climático

"No sé si hay un cambio climático en el que es -o no- determinante la acción del hombre" y que en cualquier caso es "un problema que quizá, o quizá no, tendrán nuestros tataranietos".

Con lindezas como estas se presentaba Don Jose María Aznar para apadrinar la publicación del libro Planeta azul (no verde) del presidente checo, Václav Klaus, que niega la gravedad del calentamiento global.

Al parecer para el ex-presidente de España, junto con el de la República Checa, el tema del cambio climático solo es una milonga que se nos obliga a tragar, una nueva religión heredada del socialismo que trata de acabar con la libertad y crear una nueva super-raza.

"El problema aquí es que poco o nada tienen que ver con la ciencia los abanderados del apocalipsis climático. Lo suyo es otra cosa. Se parece más bien a la nueva religión que condena a la hoguera en la plaza pública a aquellos que osen poner en duda sus tesis, sus pronósticos o sus admoniciones".

Ciertamente, no existen las verdades absolutas, pero cuando más de 3.000 científicos reunidos por la ONU, concluyen que el calentamiento es inequívoco y que con más de un 90% de probabilidades está causado por las emisiones de origen humano, el taparse ojos y oidos, no es la reacción más responsable.

"Los guardianes de las verdades oficiales, los defensores del pensamiento único, los entusiastas de los consensos científicos y los inquisidores que les protegen rechazan cualquier discrepancia, sin las que resulta imposible el progreso científico propulsado por el debate en libertad".

El señór Aznar olvida que la única forma de negar un resultado científico es con pruebas científicas y no con palabrerías en salones de actos. Resulta una reacción comprensible el enfado o incluso la risa cuando alguien niega lo evidente.

Incluso Aznar tiene el morro de mencionar a Galileo comparandolo con el ex-presidente checo. "...en lo tocante a la ciencia, la opinión de un millar no es superior a la razón fundada, aunque esta la defienda un solo hombre..". Señor Aznar, mientras los científicos actuales presentan pruebas y más pruebas usted solo habla. Ustedes son la Inquisición.

Habrá que preguntarse por qué, si es que no cree, ni ha creido en el cambio climático, firmó el Protocolo de Kioto en 1998 para luchar contra el cambio climático.

¡Es que no puedoooo con este tío!

Más información: El discurso íntegro de Aznar