Sesión del 2 de Noviembre del 2007 - Sopelana

Cuando uno no espera nada es mucho más fácil que se conforme con poco y se alegre. Este es el caso del día de ayer. Tenía pocas esperanzas de encontrarme alguna ola pero aún así me pasé por Sopelana en bajamar. Porque, también hay olas en bajamar en Sopelana. A mucha gente se le olvida eso. Rompían olas de medio metro con poca fuerza, izquierdas todas, que dejaban que la media docena de personas que estábamos allí pudiésemos pillar todas las que quisieramos. No es que fueran tremendas pero te dejaban hacer.

Al final, uno sale satisfecho. Creer que te vas a ir con las manos vacías y llevarte unas cuantas olas no está mal.