Entrevista a Willy Uribe

Después de la presentación de su libro "Nanga" en Fnac hoy ha aparecido una entrevista a el en el Diario Vasco.

Si alguien no sabe quién es yo no se lo voy a decir, que lo averigue visitando su blog.

- Oiga, usted qué es: ¿surfero, fotógrafo o escritor?
- Soy un autónomo que trabajo como reportero free-lance escribiendo reportajes y haciendo fotografías. La base de mi trabajo ha sido hacer fotos de surf.


- Eso de cara a la seguridad social. ¿Pero en el ADN de dentro?
- Digamos que escritor y surfista.


- ¿Surfista o surfero?
- El nombre es lo de menos: lo importante son las olas.



- ¿Por qué Willy?
- Oficialmente soy Guillermo pero desde chaval me llaman Willy.


- En sus biografías oficiales dicen que en el origen está el surf.
- A los 12 años me echaron a las olas y ahí ví la luz. Encontré el mar y supe que ése iba a ser mi mundo. El surfista es apasionado, capaz de meterse en invierno en agua fría para tomar una ola.


- Ha sido fotógrafo por el mundo.
- Empecé a viajar para hacer fotos de surf pero luego trabajé ocho años haciendo fotografía aérea para una empresa de Bilbao. Fueron 2.500 horas de vuelo por Puerto Rico o Portugal.


- ¿Por qué engancha el surf?
- Es placer y pasión: prueba una ola grande y te sentirás vivo. Luego está el atrezzo que rodea al surf, que a mi no me engancha tanto pero alimenta el negocio.


- Superé ya los 40. ¿Soy demasiado viejo para el surf?
- Eres un poco viejo pero nunca es tarde para probar. Puedes empezar por el 'txanpero', como llamais en Gipuzkoa al planking.


- ¿Las mejores olas del mundo?
- Las clásicas: Hawai, Indonesia, Australia, Sudáfrica, Chile y Perú... y el Cantábrico. Pero hay olas buenas hasta en el Mar Negro o el Mediterráneo.


- ¿Las olas guipuzcoanas?
- Son muy buenas. He surfeado en Zarautz o Gros pero no en las grandes de Playa Gris. Hace años tuve un susto y dejé las olas grandes: prefiero las medianas. Ahora, con el tablón largo, se disfruta hasta con las olas pequeñas.


- En Barcelona apoyó hace poco la reivindicación del surf.
- Están construyendo unos espigones en la playa que pueden poner en riesgo las olas. Simplemente apoyé a los surferos .


- Dedicó un reportajes fotográfico al Aquarium de Donostia.
- Me encantan los aquariums, y el de Donostia es especialmente entrañable: puedes pasar horas embebido mirando la gran piscina de los peces. Me gustó el de Sidney, que es mayor, pero el de Donostia tiene un valor especial.


- Hablemos de letras: nació usted en la cantera de Ramiro Pinilla.
- Más que un taller literario, lo suyo es una relación con la gente que escribimos. No hay un sitio fijo donde reunirnos, ni ejercicios. Nos juntamos los lunes, llevamos nuestros escritos y los leemos. Y aprendemos porque nos criticamos unos a otros con cariño... pero sin pelos en la lengua.


- Ramiro Pinilla fue un lobo estepario y ahora es reconocido.
- Yo nunca lo he visto como un lobo estepario porque llevo casi veinte años tratándole. Ha estado distante del mundo editorial pero no de la gente. Espero que el reconocimiento actual se traduzca en la reedición de sus obras.


- ¿Qué es 'Nanga'?
- Es el tigre, lo oculto. Es una palabra que inventé y con la que bautizo lo extraño, aquello que no queremos ver.


- ¿De qué va la novela?
- Cuenta la huida de un hombre que huye dos veces. Es un personaje que escapa de una realidad que no le gusta. Transcurre en Indonesia, país de lo extraño.


- ¿Es el Joseph Conrad de Bilbao?
- Estamos a años luz. Me encanta que alguien pueda compararnos: me apasiona como autor.


- Vive en Berango, en la margen derecha del Nervión.
- Nací en Bilbao, a los años nos mudamos a Algorta y luego me trasladé a Berango porque era más barato. Vivo junto a la playa, pero ahora no surfeo porque tengo una lesión en los oídos.


- Berango es margen izquierda de Gipuzkoa: ¿cómo nos ven?
- Tengo una suerte: no soy forofo del Athletic. Tengo buenísimos amigos guipuzcanos y la rivalidad es sólo chismorreo.


- ¿Vamos a aprovechar la ola de la paz o la perderemos otra vez?
- Soy pesimista: hay mucha cabezonería sin sentido. Uno de los días más tristes de mi vida fue cuando se rompió la anterior tregua. Me horrorizaría que eso volviera a pasar.